Enlace Judío México – El 14 de marzo en las instalaciones de la Comunidad Sefaradí se llevó a cabo el Día Na’amat en el marco del Día Internacional de la mujer, por ser Na’amat el movimiento femenino más grande en Israel.

Na’amat México es una institución de mujeres voluntarias cuya meta es mejorar la situación de mujeres, niños y familias en México e Israel. Para este evento estuvieron presentes Aliza Chelminsky, economista y escritora y la cantante María del Sol.

Antes de la presentación de las dos oradoras tomó la palabra Sara Nates, Presidenta de Na’amat: “Nuestra institución promueve la igualdad de género en la esfera social, política y económica. Trabajando en la prevención de la violencia, dando asesoría legal a la mujer para defender sus derechos. Participamos en la inclusión de la población femenina en la fuerza laboral, social y política. Finalmente abogando por la coexistencia y la paz destacando los valores de igualdad, democracia y justicia social para todos los sectores de la población israelí.

Por todo esto es para mí y todas mis compañeras un orgullo pertenecer a este movimiento de grandes mujeres.

El gran reto para nosotras es hacer la diferencia y trabajar en México y en la comunidad por una sociedad en la que hoy por hoy no hemos conseguido la equidad de género.

Una sociedad en la que el empoderamiento de la mujer está muy lejos de ser una realidad, en la que la mujer es parte de la fuerza laboral pero no cuenta con los derechos y condiciones de igualdad en los distintos ámbitos de la sociedad. Tenemos que trabajar con mayor compromiso de cara al futuro para que la mujer y su participación en le vida de la familia sea más igualitaria y justa.

Invito a todas la aquí presentes que no son parte de Na’amat que se unan a nuestras filas”.

Seguidamente, Aliza Chelminsky tomó la palabra: “Yo no creo en el día internacional de nada. En lo que creo fehacientemente es en la capacidad que tenemos las mujeres para inventarnos y reinventarnos, con eso cambiar el mundo que nos rodea. Quizás estamos un poco perdidas en el camino.

Desde hace más de cuarenta años, las universidades de EE.UU. conducen anualmente un censo mundial de felicidad. Buscan medir el grado de felicidad en diferentes partes del mundo y grupos sociales. Desde que empezó el censo los niveles de felicidad han aumentado. Gracias en parte a los avances médicos, tecnológicos y sociales. Todos los grupos sociales son más felices, a excepción de las mujeres entre diez y ocho y sesenta años, sin importar país, nivel educativo, situación social o religión, el género femenino está colectivamente reprimido”

Por un lado, la cantidad de responsabilidades que malabareamos es enorme. Tenemos una enorme presión externa por cumplir las demandas naturales de la vida: sociales, profesionales, financieras y sin duda financieras.

Cerebralmente entendemos que hay cosas que están fuera de nuestras manos, incluso decimos que hay cosas que no nos interesa controlar, pero esta racionalidad no la entienden nuestras emociones. Pensamos, repensamos y analizamos.

¿Porque las mujeres somos más proclives que los hombres a tener o sufrir de estas dudas o reflexiones? Serán las hormonas, la educación, las previsiones particulares que enfrentamos.
La razón es básicamente por la forma en que está conectado nuestro cerebro y cómo funciona y reacciona ante el mundo que lo rodea. Para hablarlo de una manera simple y geométrica el cerebro del hombre es cuadrado y el de la mujer circular.

Los hombres son cuadrados porque mentalizan cada una de las aristas de su vida: Trabajo, corte. La vida personal, corte. Vida en pareja, corte. Vida interior, corte. Cada vida está separada de la otra por una frontera invisible pero real.

Las mujeres somos completamente diferentes. Somos circulares, sin esquinas. Sin principios ni finales. Por lo que todas las diferentes aristas de nuestra vida están mezcladas. Cada vida confluye con la otra; o más bien se encima con la otra. No sabemos adónde acaba nuestra vida emocional y comienza la laboral. Ni cual es el límite entre la vida interior y la de pareja”.

Para finalizar la tarde tomó la palabra María del Sol: “Esta conferencia se llama “El valor de ser Mujer” Hemos sido creadas de una forma Multi Task que es que podemos hacer muchas cosas a la vez. Somos personajes, dignas de estudios. Les voy a dar unos datos: Somos capaces de recordar los pequeños detalles de nuestras primeras citas y encuentros amorosos. También somos capaces de recordar los pequeños detalles de nuestros mayores enfrentamientos.

Una de las situaciones que hace que la mujer se sienta valiosa es ser mamá. Es toda una aventura. Ser madre va más allá de parir. Te lleva a hacer cosas que jamás te imaginaste que eras capaz de hacer, nos transformamos.

Los hombres ven todas tus fallas, pero también tienen un corazón para ver todo tu esfuerzo y que permaneces allí.

Hay muchas cosas que nos pueden hacer sentirnos valiosas, importantes, felices e importantes “El poder”. Uno tiene el poder para influenciar a sus hijos. Educa a tus hijos y verás que el mundo cambia solito. Esfuérzate y se valiosa, tolerante, amorosa. Ayuda a tu esposo en lo que tu veas que es necesario para ustedes como pareja”