Muchas personas buscan ser genios, pero se arriesgan a caer en el error. También existen quienes son genios, pero son llamados estúpidos por la época en que viven o en el lugar en donde están.
Cuestionar las ideas que tenemos es esencial para llegar a la genialidad y no caer en la estupidez. La genialidad trata de entender la verdad sobre el cosmos. La estupidez nada más busca que las ideas se adapten a si misma, por lo que nunca entiende por completo lo que el universo es y lo que ofrece.
“La diferencia entre el genio y la estupidez es que el genio tiene sus límites“.
Albert Einstein sabía que hay que cuestionar nuestras ideas siempre, para saber si estamos en camino de la genialidad o de la estupidez, pues algunas veces podemos estar en el error. Cuando definimos, limitamos y eso nos lleva a la genialidad.
Intenta cuestionar toda idea que creas que vale la pena entender. Amurallar nuestros conceptos no es lo mismo que limitarlos con cuestionamiento. No lo olvides.
Esperamos les guste nuestra frase judía del día.
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