Enlace Judío México – La coalición liderada por los EE.UU. se estableció en 2014 para combatir a ISIS tanto en Siria como en Iraq, otorgando un apoyo logístico y militar de punta a los kurdos locales, uno de los principales actores en la lucha directa contra los yihadistas.

El primer ministro Benjamín Netanyahu tuvo una llamada telefónica ‘tensa’ sobre el tema de Siria con el presidente de EE.UU., Donald Trump, según dos funcionarios de la Casa Blanca, reportó el diario Haaretz.

La conversación giró en torno a las preocupaciones de Netanyahu de lo que pasaría si EE.UU. se retira de Siria y permitiera con ello a los enemigos de Israel, es decir, Irán y las milicias que financia y arma, ganar un nuevo punto de apoyo en el país árabe vecino sumido en una guerra civil de más de 7 años, dijeron los funcionarios.

Un comunicado oficial de la Casa Blanca tras la llamada telefónica dijo que Netanyahu y Trump hablaron sobre “recientes acontecimientos en Medio Oriente” y que el presidente “reiteró el compromiso de EE.UU. con la seguridad de Israel y los dos líderes acordaron continuar su estrecha coordinación para contrarrestar Influencia maligna de Irán y actividades desestabilizadoras”. La semana pasada, Trump sorprendió al Departamento de Estado de los EE.UU. cuando proclamó que “saldría de Siria, muy pronto. Dejen que las otras personas se encarguen de eso ahora”.

Contradiciendo a Trump, el Departamento de Estado dijo que no estaba al tanto de ningún plan para retirar las tropas estadounidenses de Siria. El presidente sirio Bashar Al-Assad, que cuenta con el apoyo de Rusia y de las milicias chiítas respaldadas por Irán, ha dicho que quiere recuperar cada centímetro de Siria. Se calcula que hasta el momento ha logrado recuperar cerca del 58% del territorio ante la oposición e ISIS.

La coalición liderada por los EE.UU. se estableció en 2014 para combatir a ISIS tanto en Siria como en Iraq, que sufrió de importantes pérdidas que han dejado debilitado al grupo terrorista. Unos 2,000 soldados estadounidenses permanecen en Siria, que respaldan directamente a las fuerzas kurdas, uno de los jugadores clave en el conflicto, en el norte del país, que poseen la franja más grande de territorio que todavía está fuera del control del gobierno.

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