Enlace Judío México.- Deseo dirigir esta reflexión especialmente a los jóvenes que esta noche nos acompañan.

Trata sobre un video que circuló antes de Erev Pésaj del gran Rabino Jonathan Sacks en el cual se narra un sueño que tuvo. En este sueño se remonta a 3,300 años atrás y nos dice que se encontraba ante ante Ramsés II, Faraón del Imperio Egipcio en aquella época. Ambos hablaban mientras que el gran Rabino notó los magníficos templos, estructuras y pirámides que estaban siendo construidas.

El Faraón le explicó al Rabino Sacks (dentro de aquel sueño) que efectivamente, estaban levantando esos grandes monumentos utilizando la mano de obra de los esclavos hebreos, quienes por cierto, salieron poco después de Egipto con mano fuerte y brazo extendido.

Esto es lo que narramos a nuestros hijos y nietos la noche de Pésaj.

El relato del Rabino Sacks continúa con el comentario que hizo al faraón: – Él viajaba desde un futuro muy lejano, desde 3,300 años después de que esa conversación tuviese lugar y que en efecto, muchos de esos monumentos, a pesar del tiempo, del viento y de las vicisitudes de la naturaleza aún se mantenían en pie, pero nos cuenta también que la noticia más importante que le comunicó al Faraón fue la siguiente:

“Los descendientes de aquellos esclavos hemos fundado un poderoso estado mundialmente reconocido” demostrando así que los grandes imperios que han deambulado por el tiempo y por la historia… llámense egipcios, griegos, romanos, turcos, otomanos o nazis… han dejado de existir, mientras que el pueblo judío, quién jamás dedicó sus hazañas a la construcción de grandes monumentos puesto que solo se dedicó a transmitir sus valores de vida, aún existe, aún vive, y sobresale exitosamente en muchas áreas del conocimiento luchando día a día por mejorar la calidad de vida de la humanidad y brindando ayuda incondicional.

Espero que todos ustedes recuerden este hermoso mensaje y que lo consideren y lo sientan como lo hago yo, –Un mensaje originado en un sueño pero que contiene metáforas que deben guiar nuestros pasos hacia una mejor forma de vida. Un mensaje único y de gran valía.

Para concluir, deseo que pueblo de Israel continúe transmitiendo estos valores de generación en generación y que Israel siempre sea reconocido como “El pueblo del libro” el pueblo que le ha brindado las leyes y gran sabiduría al mundo y que jamás dejemos de narrar y recordarle a las futuras generaciones aquella milagrosa salida de Egipto que fue: “Un paso hacia la libertad arrancando, gracias a los milagros divinos, las cadenas de la esclavitud”

Jamás seremos nuevamente un pueblo perseguido y sin autodeterminación, pero sobre todo siempre tendremos un país que respalde estas libertades.

Am Israel Jai