Enlace Judío México – Ante la presión de sus socios de coalición para impulsar leyes que limiten el poder de la Corte Suprema de Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu se reunió este domingo con la presidenta de la Corte, Esther Hayut.

Fuentes de la coalición dijeron a la prensa que a pesar de la expectativa de que el primer ministro aceptaría una propuesta presentada por Hayut, no se llegó a un acuerdo en la reunión, a la que también asistió la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, del partido Habait Hayehudí.

Un funcionario del gobierno agregó que la reunión duró aproximadamente dos horas y que fue “una conversación seria y profunda en la que se intercambiaron puntos de vista”.

Según los informes, Hayut dijo al primer ministro que el plan del partido Habait Hayehudí de otorgar a los miembros de la Knesset la capacidad de anular un fallo judicial con una mayoría de 61 votos constituiría un “peligro a la democracia”.

A pesar de la reunión con Hayut, Shaked, quien promueve el controvertido proyecto de ley junto con el ministro de Educación Naftali Bennett, aún pretende llevar la propuesta a votación en el Comité Ministerial de Legislación el próximo domingo.

Mientras tanto, el fiscal general Avichai Mandelblit propuso una versión del proyecto de ley que requiere una mayoría de 70 miembros de la Knesset. Los partidos del Likud y Kulanu sugieren una mayoría de 65 diputados para anular un fallo de la Corte Suprema.

El ministro de Seguridad Pública, Gilad Erdan, expresó sus reservas a la propuesta de Mandelblit. “Los miembros de la Knesset son los elegidos para aprobar leyes en el Estado de Israel”, dijo Erdan en una entrevista a Ynet.

“Creo que una mayoría de 70 diputados crearía una situación en la que nunca podríamos aprobar una ley después de que La Corte Suprema interviniera en la decisión de la Knesset. Creo que una mayoría de entre 61 y 65 miembros definitivamente expresa una mayoría significativa en la Knesset, que representa a la mayoría del público”.

La iniciativa para restarle el poder a la Corte Suprema se ha convertido en una prioridad de los legisladores nacionalistas tras la incertidumbre sobre el destino de los inmigrantes africanos ilegales y la serie de acuerdos fallidos para su deportación.

“Si la mayoría de la Knesset, que representa a la mayoría del público, determina que los derechos de los residentes del sur de Tel Aviv son anteriores a los de los infiltrados, esto debe ser representado”, afirmó Erdan, quien incluso sugirió ir a elecciones sobre este asunto.

El ministro de seguridad pública también criticó “la campaña del miedo impulsada por los medios, que afirma que la Cláusula de Anulación perjudicará los derechos humanos”.

“No hay fundamento alguno para eso”, insistió. “Se trata de decidir entre dos tipos de derechos. Cuando el tribunal favorece los derechos de los infiltrados, perjudica los derechos de los residentes del sur de Tel Aviv. La Knesset es la que aprueba una y otra vez leyes que defienden a los débiles y los derechos humanos”.

El sábado, unas 3.000 personas se reunieron frente al teatro nacional Habima en Tel Aviv para protestar en contra de la legislación. Los manifestantes sostenían pancartas con consignas que incluían “Bibi quita las manos de la Corte Suprema de Justicia”.

Con información de Ynet y The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico