Enlace Judío México.- Como te platicamos la semana pasada, el Giro de Italia, el cuál es uno de los tres eventos ciclísticos más importantes del año, comenzó su actividad en Israel, para luego llegar a Italia y seguir con su recorrido.

ISAAC SHAMAH PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El Giro, que pasó por Jerusalén, Tel Aviv y Eilat, cuenta con una historia de más de 100 años y en ella ha tenido a espectaculares ciclistas que compitieron y ganaron el torneo; sin embargo, la historia de uno sobresale de las demás y justo ésta, es la responsable de que el Giro comience desde el año pasado en Israel.

Si pensabas que Gino Bartali era el nombre de la historia estabas en lo correcto, ya que entre 1935 y 1954, Bartali fue uno de los mejores ciclistas del orbe. De hecho, desde que Gino comenzó su carrera como ciclista profesional, se comenzó a destacar por sobre los demás y para su segundo año como ciclista, Gino, quien tenía tan sólo 22 años de edad, ganó el Giro de Italia.

Continuando con su carrera, Gino volvió a ganar en 1937 el Giro y lo ganó una vez más en 1946. Además de estas competencias, Gino también ganó dos Tours de Francia.

Quizá con este currículo no quedemos impresionados, ya que varios ciclistas han ganado el Tour de Francia y el Giro de Italia, pero en lo que más se destacó Gino fue fuera de las competencias.

Para 1943 y 1944, el Giro había sido suspendido debido a la Segunda Guerra Mundial, en esa época, Gino seguía entrenando por todo el país, pero para esos momentos, nadie sabía que en realidad, El “Beato” transportaba documentos falsos y los llevaba a los escondites de judíos italianos para que logren escapar del gobierno alemán.

Mientras se desarrollaba la guerra, Bartali, iba de un lado al otro para entregarles su pase de salida a varios judíos, de hecho se calcula que más de 800 judíos se salvaron del ejército Nazi gracias a Gino. Además de esto, el “Beato” llegó a esconder a una familia judía en su casa, la cual estuvo a punto de ser raptada por el ejército Nazi.

Después de la Guerra, Bartali siguió compitiendo y aseguró su lugar como uno de los mejores ciclistas de la historia.

En 2013, varios años después de su muerte y de que se supiera la afable labor que había hecho, Gino Bartali fue reconocido por parte de Yad Vashem como justo entre las naciones.

Para el año pasado, tanto el Giro de Italia, como el gobierno israelí, decidieron que en honor a Bartali, el Giro comenzara en Israel y que las primeras etapas lleven su nombre.

Una final dramática

El pasado miércoles 9 de mayo, el Hapoel Haifa y el Beitar Jerusalén, disputaron la final de la Copa Israelí de 2017/18.

El partido, que tuvo lugar en el Teddy Kollek de Jerusalén, arrancó de manera emocionante y desde el minuto 28, se puso aún mejor gracias al gol de Maxim Falkoschenko, que le daba la ventaja al equipo de Haifa; sin embargo, el gusto le duró muy poco al equipo visitante, ya que sólo un minuto más tarde, Anthony Varanne empató el marcador gracias a una linda asistencia de Claudemir.

A partir de los goles, el partido aflojó un poco su ritmo y aunque ambos equipos tuvieron muchas llegadas, no pudieron concretar durante los primeros noventa minutos.

Con el marcador empatado y la copa aclamando un campeón en esa misma tarde, el juego se extendió a los tiempos extras y desde que comenzaron, ambos equipos sabían que un error podría costar carísimo.

Los primeros minutos del primer tiempo extra se caracterizaron por mostrar un partido rígido, hasta que prácticamente al final de la primera parte, Gili Vermouth, puso un soberbio servicio que remató Samuel Scheimann para poner el gol que adelantaba al Hapoel en el marcador.

En la segunda parte de los tiempos extras, el Beitar Jerusalén apostó el todo por el todo, sin embargo, no pudo concretar y ya casi al final del partido Alon Turgeman, ligidó toda esperanza del equipo de Jerusalén con el tercer gol para el equipo de Haife.

De esta manera, el Hapoel ganó la copa y podrá aspirar a un pase para jugar las etapas previas a la Europa Legue para la siguiente temporada.