Enlace Judío México – Un joven palestino, padre de dos niños se prendió fuego el sábado por la noche en el barrio Sheikh Radwan de Gaza, mientras maldecía a los dirigentes de Hamas a quienes culpa por la pobreza de su familia y la crisis humanitaria en el enclave palestino.

ELIOR LEVY

Fathi Harb de 20 años sufre heridas moderadas tras haberse empapado con líquido inflamable mientras gritaba “maldito sea el gobierno” antes de encenderse. Las imágenes de video del incidente muestran al joven en llamas gritando en agonía mientras transeúntes se apresuran a extinguir el fuego.

La familia y amigos de Fathi subrayaron que el joven no sufre de enfermedades mentales, pero señalaron que estaba angustiado por las lesiones de su hermano, quien participó en una de las manifestaciones de la “Marcha del Retorno” en la frontera con Israel, organizadas y promovidas por Hamas.

Israel ha acusado repetidamente a Hamas de usar cínicamente el sufrimiento de sus civiles para aumentar la presión internacional sobre el país, eligiendo “la muerte por la paz” y negándose a ceder el poder a la Autoridad Palestina.

En febrero, el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, afirmó que no hay crisis humanitaria en la Franja de Gaza.

“La situación en Gaza es realmente difícil, y se requiere una respuesta, pero aún no hay una crisis humanitaria”, insistió Lieberman ante las preocupaciones sobre la escasez de agua y electricidad en la Franja.

Hamás, insistió el ministro israelí de Defensa, es culpable de la situación en Gaza, ya que en 2017 “gastó 260 millones de dólares en fabricación de cohetes y excavación de túneles. Aproximadamente 100 millones de dólares provienen de Irán, y el resto de la recaudación de impuestos dentro en la Franja y donaciones de varios lugares”.

“Hamas no está dispuesto a invertir ni un shekel en sistemas de agua, electricidad, salud o educación en la Franja. Hamas está dispuesto a sacrificar a todos los residentes de Gaza por armas”, dijo Lieberman.

Fuente: Ynet / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico