Enlace Judío – El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue reelegido este domingo, lo que extiende su mandato hasta 2025, en unos cuestionados comicios desconocidos por la oposición y parte de la comunidad internacional.

Maduro obtuvo 5,8 millones de sufragios (68%) de un total de 8,6 millones de votos, contra 1,8 millones (21,2%) del exchavista Henri Falcón. El principal rival del mandatario anunció que desconoce el proceso electoral y pidió que se repitan las elecciones.

La elección, que tuvo una participación de 46% con 92% de actas contadas –la más baja en la historia del país–, estuvo marcada por denuncias de “chantaje” por parte de Falcón y el candidato del tercer lugar, el evangélico Javier Bertucci.

“Volvimos a ganar, volvimos a triunfar, somos la fuerza de la historia convertida en victoria popular permanente”, aseguró Maduro, quien dijo haber ganado por nocáut a Falcón con un “récord histórico” de porcentaje de votos.

El mandatario había dicho que de resultar vencedor emprenderá un “gobierno de unidad nacional” , insistirá en el diálogo, y realizará cambios en la economía para imponer un nuevo sistema de precios.

En algunos sectores de Caracas, un bastión opositor, se escucharon cacelorazos en protesta por los resultados.

Falcón y Bertucci denunciaron que Maduro motivó la compra de votos con los “puntos rojos”, unas carpas donde el partido socialista registró a los votantes a través de un carné necesario para recibir ayuda social.

“No reconocemos este proceso electoral como válido, como cierto, para nosotros no hubo elecciones. Hay que hacer nuevas elecciones en Venezuela”, manifestó Falcón, quien propuso como fechas octubre o diciembre próximos.

El Frente Amplio, que agrupa a activistas de la MUD y organizaciones sociales, había pedido a Falcón y a Bertucci “desconocer” un resultado que ya estaba “cocinado”.

Como parte de las irregularidades denunciadas por los opositores, los centros electorales permanecieron abiertos hasta dos horas después del cierre formal de la votación para ejecutar un “acarreo de votos”.

Con una oposición dividida y sus principales líderes inhabilitados o presos, y con un vasto poder institucional con los militares al frente, Maduro tenía seguro su segundo mandato, según analistas, el cual comenzará en enero del 2019 pues los comicios fueron adelantados.

El país sufre una de las peores crisis de su historia, con una severa escasez de alimentos y medicinas, y un altísimo costo de vida. Miles emigraron en los últimos cuatro años.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima la caída del producto interno bruto (PIB) en 15% y la hiperinflación en 13.800% para el 2018.

En varios países, ciudadanos venezolanos realizaron pequeñas protestas contra los comicios. En tanto, en el Vaticano, el papa Francisco oró para que Venezuela encuentre “el camino de la paz y la unidad”.

Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y una decena de países latinoamericanos sostienen que la elección no es justa ni transparente y acusan a Maduro de socavar la democracia.

Chile y Panamá desconocieron este domingo los resultados. El gobierno de Sebastián Piñera acusó a Maduro de instaurar una “dictadura”.

Fuente: nacion.com