Enlace Judío México.- La población hebrea en Palma Soriano nunca fue muy grande, no más de 50 personas, de ellas unas 10 originarias de Israel o de Europa, Polonia sobre todo, y los demás descendientes. Entre estos estaba la Familia Ganz, Jaime era el hijo, sus padres y un tío. Se dice que Jaime nació en el barco que los traía de Europa del Este huyendo a la persecución de las hordas nazis.

DAVID G GROSS

Llegaron a La Habana y por comentarios de algunos hebreos supieron de Palma Soriano, una ciudad pequeña en la parte oriental de la Isla, próspera y creciente. Alquilaron una casa de madera, quizás de principios de siglo en la Calle José Martí, al lado de la farmacia Bernal, regenteada por la doctora Delfina Parladé. Allí pusieron delante del edificio la peletería, más atrás el almacén y al fondo dos habitaciones, cocina comedor, baño y patio de tierra. Jaimito estudió hasta el bachillerato y se volvió autodidacta aprendiendo varios idiomas escuchando la onda corta en la radio. Nunca contrajo matrimonio y se convirtió en un erudito de la Historia Hebrea. Cuando fallecieron, primero el tío y luego los padres, quedó solo en la otrora tienda la cual al ser intervenida por el Estado Cubano, se convirtió en una vivienda más grande, de mampostería, que le costeó la Seguridad Social.

Hoy por hoy, en el nuevo siglo que ya va por el año 2016, Jaime continúa solo, con sus libros que se les desbaratan en las manos de tanto releerlos, sus recuerdos, revistas hebreas, una radio rusa de onda corta, un televisor de pantalla plana de último modelo,  y una computadora de medio uso  Pero Jaime tiene algo de mucho valor para todo ser humano: en buen español cubano, es ¨un buen socio¨, amigo de sus amigos y aunque no tiene familia, este judío al que muchos llaman El Polaco, siempre tiene a alguien de sus íntimos sentado en un vetusto sillón de la sala.

Los temas son siempre los mismos: la política, Israel y los palestinos, la revolución cubana y la diáspora de Miami. Aquello es una torre de babel donde hay de todo: revolucionarios, desafectos al socialismo, moros y cristianos, católicos y protestantes, pero todos muy buenos lectores y nunca la sangre llega al río, así que al final se despiden con un buen apretón de manos y hasta el otro día en que aparece otro motivo para el análisis. A Jaime le envían ayuda de Israel: materiales de lectura, revistas, alimentos clásicos de los hebreos como las galletas sin levadura y sus vinos tradicionales.

Por otro lado la Unión Hebrea de cuba lo atiende y ellos fueron los que le obsequiaron la computadora. A veces llegan turistas israelitas a Palma y visitan a Jaime, o sea que su familia ha crecido enormemente, murieron sus padres y el tío pero tiene sus amigos, los demás hebreos de la provincia y el país, la radio de onda corta para sintonizar a Radio Israel, la televisión para las noticias nacionales… Jaime Sabe que cuando fallezca será enterrado en el Cementerio Hebreo de El Cristo., todo asegurado por sus compatriotas, para que al final descanse en paz en tierra de Sión. ¡Si!, Jaime Ganz Grimn…el último judío en Palma Soriano.