Enlace Judío México.- Es común escuchar líderes de opinión que elogian los tiempos actuales de apertura y acceso a la información por medio de internet; señalando que “hoy más que nunca la sociedad está informada al instante y de manera diversa”.

ENRIQUE PRESBURGER CHEREM

No obstante, existen ciertos elementos de análisis que, en nuestro punto de vista, nos llevarían más bien a tener la conclusión exactamente contraria. Esta reflexión resulta relevante a la hora de opinar sobre candidatos a la presidencia de México:

1. Nuestras redes sociales refuerzan opiniones tendenciosas: Es claro que como concepto, las redes sociales se erigen como un espacio virtual masivo donde un grupo de gente interactúa entre sí en torno a distintos temas. No obstante, aterrizado a nuestras vidas cotidianas, nuestras redes sociales se reducen a conexiones virtuales con amigos, familiares y fuentes de información o entretenimiento afines a nuestra manera de ver el mundo. Es decir que, si eres una persona vegetariana, probablemente tus redes sociales se llenarán de información que elogie este tipo de alimentación, y eventualmente de gente que apoye esta ideología. Los algoritmos de estas mismas redes te enviarán publicidad alimentos no carnívoros, y verás así videos, noticias, y anuncios relacionados a “ser vegetariano”, con la narrativa exacta que estabas esperando escuchar, para reforzar tu postura y opinión de manera continua.

a. Rumbo a las elecciones: En medio de campañas mediáticas ausentes de propuestas, nos encontramos en nuestras redes con memes, chistes, descalificaciones o elogios a candidatos de acuerdo a lo que “estábamos esperando escuchar”. Lo que estamos haciendo es reforzar nuestra narrativa, no revisarla de manera crítica. Hay que hacer una labor profunda de investigación y reflexión antes de votar.

2. La diversidad de opiniones y fuentes trivializa: Hoy en día sabemos que internet es una fuente de información que tiene todos los puntos de vista sobre un mismo tema. No obstante, al saber que siempre hay quien habla “a favor o en contra” de algo, nos hace caer en un relativismo indiferente donde todo “da igual” y “es cuestión de opinión y perspectiva”.

a. Rumbo a las elecciones: La cantidad de medios digitales, blogs, revistas y notas vigentes en la red nos llevan a creer “a primera vista” en cualquier cosa que leemos sin cuestionarla. Antes de opinar, revisa de quien viene una encuesta, una entrevista, o una opinión. La diversidad es un reto para escoger mejor nuestras fuentes de información, no viceversa.

3. El internet simplifica: Nuestra permanencia en las páginas de internet hoy en día dura menos de 7 segundos. La gente por lo tanto se mueve en la red rápidamente a través de encabezados, títulos y frases “gancho” de las noticias que lee. Es raro que el público se detenga a leer notas completas (felicidades si estás leyendo ésta, jeje). Este patrón de comportamiento ocasiona una generación que se informa y opina a través de “titulares de prensa”, deduciendo que conoce el resto de la noticia sin detenerse a leerla y menos a analizarla.

a. En las elecciones: Es común caer en la tentación de lugares comunes de la opinión pública; odiando o amando candidatos a ciegas por lo que dicen ciertos titulares mediáticos tendenciosos. El reto, es verdaderamente formarse una opinión propia informada.

Es así que aconsejamos: No creas todo lo que lees, ves o escuchas en internet. Infórmate verdaderamente.