Enlace Judío México – El nuevo escándalo ocurre cuando el tema de los presuntos casos de corrupción sobre Benjamín Netanyahu han vuelto a resurgir en el campo legal, donde también Sara estaría supuestamente involucrada.

Sara Netanyahu trató de agredir físicamente al director de la Oficina del Primer Ministro tras un aparatoso altercado a inicios de año, reportó este miércoles el diario Haaretz.

Poco después de la publicación del reporte, Sara y Benjamín Netanyahu publicaron un videomensaje en el que negaron tal información, acusándola de “mentiras malvadas”.

De acuerdo a fuentes anónimas consultadas por el diario, el pasado 13 de enero, Sara acudió a la Oficina para pedir financiamiento a Eli Groner, el director de esta, para renovaciones de la casa de los Netanyahu en la ciudad de Cesarea, cuya adquisición a principios de la década de los años 2000 tuvo un valor estimado en ese entonces de alrededor de 5 millones de dólares.

Groner se negó tajantemente a la petición, ante lo cual Sara enfureció y trató de agredirlo físicamente, al punto que otro funcionario debió de separarlos.

De acuerdo a Haaretz, Groner pensó en renunciar a su puesto después del altercado, pero Yoav Howowitz, jefe del personal del primer ministro, le prometió que Netanyahu tomaría medidas para que un incidente así no volviera ocurrir.

Finalmente, Groner decidió renunciar a principios de esta semana y dejará su puesto el próximo mes de julio, siendo el altercado la razón principal, de acuerdo a Haaretz.

Desde su nombramiento como director general en 2015, Groner se enfrentó con Sara Netanyahu por el financiamiento de la residencia en Cesarea, propiedad adquirida poco después de que culminara su primer término como mandatario de Israel. Según Haaretz, Sara pidió de manera reiterada a su esposo que lo despidiera a razón de ello, ya que no lo consideraba apto para el manejo financiero de la residencia.

Groner, israelí nacido en EE.UU., fungió anteriormente como agregado económico de la Embajada de Israel en Washington, donde conoció a Ron Dermer, otro israelí también nacido en la Unión Americana y donde hoy funge como embajador, quien es además un colaborador cercano a Netanyahu desde hace más de una década. Antes de eso, Groner ocupó varios puestos en los negocios, incluida la firma de consultoría de gestión McKinsey & Company.

Cuando el escándalo se había ya viralizado por las redes y camino hacia la shive de la familia del soldado fallecido el fin de semana tras sufrir heridas de gravedad durante un operativo contraterrorista en Ramallah, Ronen Lubarski, los Netanyahu publicaron un breve videomensaje en el que negaron el reporte.

“No tengo palabras para describir las alucinantes mentiras que continúan ya por más de 20 años”, dijo Sara, haciendo alusión a los escándalos mediáticos en los que se ha visto envuelta desde el primer mandato de su esposo entre 1996 y 1999. “Mentiras demasiado tendenciosas, muy malvadas sobre mi persona, de mano de los medios israelíes. Esto es demasiado mezquino, alucinante e insignificante”, añadió mostrando un semblante demasiado afectado.

“Anhelo que los medios israelíes digan, al menos una vez, algo real sobre mi esposa, en su papel de madre, de hija, de alguien que hace mucho por el público en Israel. Pero ese día parece que está muy lejano” agregó Netanyahu.

El nuevo escándalo ocurre cuando el tema de los presuntos casos de corrupción sobre Netanyahu han vuelto a resurgir, donde también Sara estaría supuestamente involucrada.

El domingo pasado, un reporte del Canal 10 israelí señaló que el Fiscal General de Israel estaría por levantar una acusación formal sobre Sara por uno de los casos en los que habría ocurrido un presunto desvío de fondos gubernamentales para su uso personal, mientras la defensa de esta ha tratado de llegar a otro resultado a través de los medios legales disponibles.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico