ENLACE JUDÍO MÉXICO: Historia del Duque de Naxos y Señor de Tiberias, que en el S XVI y desde su posición en el Imperio Otomano medió para declarar la guerra a Felipe II.


P HUERGO CASO:  La familia Nasi, del Reino de Aragón, huyó del antisemitismo inquisitorial a fines del S XV y se asentó en Lisboa. Allí,  trocaron su apellido  semítico Nasi por uno más románico -De Luna. La más famosa de todos los Nasi fue Gracia, que tomó el nombre de Beatriz de Luna. A los 18 años se casó con un potentado lisboeta, Francisco Mendes, de los banqueros Mendes-Benveniste, rivales de los Médeci en Florencia.

Alvaro de Luna, además de padre de Beatriz de Luna, tenía otro hijo, Agustín, que fue notable médico de la corte portuguesa, profesor y amigo del emperador Maximiliano II de Habsburgo, sobrino de Carlos I de España y V de Alemania, quien a la sazón era quien había confiscado todos los bienes de los Nasi antes de refugiarse en Lisboa….Agustín tuvo un hijo al que llamó Joao, quien cuando abandone su nombre  cripto-judío, será D. Yosef Nasi.

La historia tiende a repetirse. Así que, también la Inquisición portuguesa empezó a acosar y encausar a los cristianos nuevos -los llamados “marranos”. Dña.  Beatriz, que había enviudado y heredado el banco de su marido, huyó con su hermana y su hija Reyna a Amberes (Flandes) donde estaba radicado Diego, el hermano del difunto.  Diego se casa con la hermana de Dña.  Gracia;  pero el hombre muere pronto. Las dos hermanas quedan con toda la enorme fortuna, lo cual dicen era el germen de los entuertos entrambas.  Sumémosle que Diego , al morir, nombra  a Gracia tutora de su hija . Cuando se asientan en Venecia, la hermana denuncia a Gracia por querer llevarse la fortuna  al Imperio Otomano y allí vivir libremente el judaísmo.  Se confisca todo y La Señora va presa. Todos los marranos de Venecia son expulsados. Yosef hasta pidió una isla en el Mediterráneo donde poder recoger a los refugiados. Pero no se le concedió.

Yosef Nasí, sobrino y yerno de la convicta, quiso salvar la fortuna que heredaría su esposa Reyna -y por tanto él mismo,  en tanto que marido- y se puso en contacto con el sultán Suleyman; el médico del sultán, hebreo, Moshé Hamon, intercedió ante el sultán, enviaron a un embajador a Venecia y  liberaron a La Señora, que llevó consigo toda su familia y hacienda a Constantinopla. Era 1552. 20 años después,  la Serenísima República de Venecia -y la Santa Liga, con España en ella- entraba en guerra con el Imperio Otomano. La Batalla de Lepanto. La conquista de Chipre.

En Constantinopla, Yosef Nasi, retornado a la fe judaica, se casa con su prima Reyna, la hija de Dña. Gracia. Con su apostura y labia gana posiciones en la corte otomana de Suleymán. Y cuando los hijos de éste disputan el gran sultanato, Nasi se pone de parte de Selim, que es quien accede al poder. Lo primero que hace es nombrar a Nasi en jefe de la guardia -ministro de defensa- mientras que Suleymán le nombra Señor de Tiberias, para que los judíos la habiten y disfruten. Con el dinero de Dña. Gracia y un delegado, Yosef Ben Aderet, reconstruyeron sus murallas y se asentaron allí muchos judíos del gueto de Venecia así como de otras comunidades de la Península Itálica. (Los de Pesaro fueron apresados en la travesía por piratas y fueron vendidos como esclavos)

Puerta sur de la Muralla de Tiberias

A Suleymán le sucede su hijo Selím, que estrena su sultanato nombrado a Nasi Duque de Naxos, lo que quiere decir que era dueño y señor del archipiélago de las Islas Cícladas, en medio del Mar Egeo. Naxos, Andros, Milo, Paros, Santorini, y otras. Nasi puso de gobernador a un español, Francisco Coronelo. Nasi no era visir -primer ministro- pero para tortura y celos del visir, Selím recurría a Nasi para tratar asuntos de política exterior y cuando  Maximiliano II, Emperador de Alemania,  deseó concluir la paz con Turquía (1567),  le dirigió una carta a él, no al visir, pero es que Nasi en el ´66 había instigado la rebelión  de los protestantes  contra  los españoles -La Guerra de los Ochenta Años. Con estos precedentes, Guillermo de Orange, le pidió liara al sultán para declarar la guerra total al Reino de España. Y Nasi no dudó en hacerlo. Aunque no obtuvo ningún éxito en esta embajada holandesa.  Sí lo obtuvo con Segismundo de Polonia -el rey de Calderón de la Barca en La Vida es Sueño– que le colmó de dádivas y prebendas.

Editado en 2017, en turco, por Aaron Nommaz

Por aquella época -1569-  se incendió  el arsenal de Venecia. Nasi se enteró de esto casi de inmediato e ipso facto  instó a Salim para  ultimar  el antiguo  plan para la conquista de Chipre. Salim finalmente se permitió involucrarse en una guerra con los venecianos y los privó de Chipre en 1571.  Cuenta la leyenda -no está documentado- que  Salim en un ataque de embriaguez  con vinos del Mar Negro le prometió a José el título de Rey de Chipre.

También le permitió actuar contra Francia, que durante años había intentado todos los medios posibles para escapar del pago de los 150,000 escudos que le debía a la familia Nasi; el sultán permitió a  Joseph apoderarse de todos los barcos franceses que navegaban en aguas turcas y mantenerlos como seguridad hasta que la deuda fuera saldada.  El gobierno francés trató de vengarse de la humillación, y el embajador francés en Constantinopla, De Grandchamp, logró sobornar a un tipo  llamado David para acusar a Nasi de alta traición. Descubierta la burda  trama , David y sus cómplices fueron desterrados a Rodas, y a  instancias  de Nasi fueron excomulgados por los rabinos de varias comunidades. Sin embargo, cuando José oyó hablar del arrepentimiento de David, intentó que se eliminara la prohibición rabínica; pero la mayoría de los rabinos se negaron a acceder a su solicitud.

Callejuelas venecianas en Naxos

En 1574, Salím falleció y  Nasi perdió su influencia política. Conservó sus oficinas e ingresos,  y el resto de su vida transcurrió en una tranquila reclusión en su castillo de Belvedere. Nasi murió en 1579,  sin descendencia ; su propiedad fue tomada poco después de su muerte por el sultán Murad,  por consejo de Sokolli, el visir celoso. El ducado fue disuelto.

La muerte de Nasi generalmente  fue muy llorada. El poeta R. Saadia Longo compuso una elegía para  él. Moses Almosnino le dedicó su trabajo ético titulado “El Regimiento de la Vida” (Salónica, 1564; Venecia, 1604) y Eliezer Ashkenazi su comentario sobre Ester, “Yosif Leḳaḥ” (Cremona, 1576).

Nasi no tuvo tiempo para el judaísmo. No obstante, hizo de mecenas para  los eruditos talmúdicos y especialmente a los yeshivot  fundadas en Constantinopla por Joseph ibn Lev  a instancias de su tía y suegra, Gracia Nasi. En su casa tenía una considerable biblioteca hebrea y permitió que el público hiciera uso de sus manuscritos. También fundó una imprenta hebrea en Constantinopla, que, sin embargo, existió muy poco tiempo. Como resultado de las conversaciones con ciertos dignatarios en su castillo de Belvedere, se dice que Nasi compuso una pequeña obra teológica para demostrarle a un cristiano que la Torá era superior a la filosofía griega. Lo escribió en español e  Isaac Onéneira lo tradujo al hebreo con el título “Ben Porat Yosef” (impreso en Constantinopla, 1577).

Bibliografía:

  • The Jewish Encyclopedia / Isidore Singer, Max Schloessinger, Gotthard Deutsch, Meyer Kayserling
  • Cecil, Roth, Joseph Nasi Duke of Naxos and the Counts of Savoy, The Jewish Quarterly Review, Vol. 57,  University of Pennsylvania Press: 1967

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