Enlace Judío México.- A pesar del constante redoble de blogs y revistas de pseudo seguridad como SouthFront, ZeroHedge y SputnikNews, que afirman que la asociación rusa e iraní es algo parecido a una alianza estratégica, si uno solo confía en ese tipo de sitios para asuntos regionales sale desconcertado por la actitud agradable de Putin hacia las demandas de seguridad realizadas por Israel en lo que concierne a Irán.

MICHA GEFEN

Independientemente de los deseos de la mayoría de estos medios de comunicación pro iraníes en inglés, nunca ha habido razones para creer que Rusia y especialmente Putin veían a Irán como algo más que una herramienta para limpiar a los yihadistas occidentales que entraron en escena bajo Obama. Putin se acercó a Siria cuidadosamente sin un fuerte deseo de colocar tropas significativas en el suelo. Assad estaba a punto de ser derrocado, por lo que los únicos soldados de infantería disponibles en ese momento eran Hezbolá e Irán.

Ahora que Assad controla cómodamente la parte suroccidental de Siria, menos Darra y el área del Golán, las tropas iraníes y Hezbolá son mucho menos útiles para Putin, cuyo único interés es mantener a Siria como un lugar estratégico para su flota en el este del Mediterráneo. Más aún, Putin tiene gran desconfianza hacia los objetivos iraníes en la región y, en última instancia, ve a Teherán como un competidor en la escena de producción de energía.

Putin y el ejército ruso no ven a Irán como un aliado estratégico confiable. Sin embargo, ven a Israel como una fuerza estabilizadora en la región y, aunque en desacuerdo con su inclinación occidental, Putin y su equipo confían en las intenciones israelíes de no inflamar la región. Más aún, creen en la intención del primer ministro Netanyahu de detener a toda costa a Irán, lo que finalmente enviaría a la región a un caos de época. Esto es algo que Rusia no puede permitirse en este momento.

También es clave para mirar la relación histórica entre Rusia y Persia (Irán). Entre los siglos XVII y XIX, combatieron un total de cinco guerras, que finalmente vieron a Rusia dominar al imperio persa.

En resumen, los objetivos estratégicos de Putin se alinean mucho más con las necesidades de seguridad de Israel que con los deseos hegemónicos de Irán. Si unimos esto con una historia negativa entre Irán y Rusia, es fácil ver por qué Putin está listo para alentar a los ayatolás a abandonar Siria.

Fuente: Israel Rising – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío