Enlace Judío México.- “Una mattina mi son svegliato, o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao! Una mattina mi son svegliato, e ho trovato l’invasor”: esto cantaban los personajes de ‘La Casa de Papel’ en el último capítulo de la primera temporada de la serie, y lo mismo le han cantado varios pasajeros al nuevo ministro del Interior de Italia, el líder de la soberanista Liga, Matteo Salvini, antes de subirse a un avión. El vídeo, que se ha expandido por todo el mundo a través de las redes sociales, muestra a un Salvini que al principio se ríe, pero después trata de pasar desapercibido entre los cánticos de los pasajeros.

“Cantarle a la cara ‘Bella ciao’ no tiene precio”, escribió el autor del vídeo, Giuseppe Gelo, en su perfil de Facebook. Poco antes había escrito otra frase: “Estaba convencido de que iba a ser un día difícil, pero luego lo conocí en el avión”, decía, acompañando sus palabras con una imagen del ministro del Interior en el aeropuerto de Fiumicino, a la afueras de Roma. Allí, en la lanzadera que los iba a llevar a un avión con destino Fiumicino, el líder del Lega fue recibido con esta canción, en voz de una serie de “camaradas” del Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL). ¿Por qué esta canción? ‘Bella ciao’ es un tema que históricamente se ha asociado al antifascismo italiano.

Si bien su origen apunta siempre a una canción dedicada al trabajo de las mujeres en los arrozales italianos, compuesta en los años cincuenta por Vasco Scansani di Gualtieri, existen muchas ‘historias verdaderas’ sobre el origen de ‘Bella ciao’. Una de las más completas es la de Fausto Giovannardi, ingeniero en la localidad florentina de Borgo San Lorenzo, que estando de turismo en París en 2006 descubrió lo que podría ser un verdadero antecesor del tema. En una tienda de segunda mano, al turista italiano en cuestión le llamó la atención un CD titulado ‘Klezmer – Yiddish swing music’ que costaba solo dos euros, y se lo llevó a su casa.

Después de varias semanas llevándolo en el coche de camino al trabajo, un día se puso a tararear el conocido ‘Bella ciao’. ¿Cuál era la relación? Al seguir escuchando se percató de que la música venía de ese disco: era ‘Koilen’, de Mishka Ziganoff, un tema grabado en 1919. A raíz de este conocimiento, se puso a indagar en la ruta que tuvo que hacer una canción popular judía que había nacido en el este de Europa y que después había viajado hasta Estados Unidos para acabar convirtiéndose en Italia en el himno partisano por excelencia.

‘La pequeña bolsa de carbón’

Rdo Hamilton, de la British Library de Londres, sostiene que el tal Ziganoff, autor de la canción, era un judío originario del este de Europa, probablemente ruso, y que su canción ‘Koilen’ es una versión de la canción judía ‘Dus zekele koilen’, que significa ‘La pequeña bolsa de carbón’, de la que existen al menos dos grabaciones, una de 1921 y otra de 1922, la primrea de Abraham Moskowitz y la segunda de Morris Goldstein. Según recoge el diario italiano ‘Repubblica’, no obstante, el musicólogo holandés Cornelius van Sliedregt confirmó la existencia de un registro de la canción de Ziganoff en el año 1919 en Nueva York.

La duda surge entonces en torno al origen de ese autor: ¿cómo puede alguien con apellido gitano (Ziganoff) ser judío? La respuesta llega desde Australia: Ernie Gruner, de origen australiano y un reconocido músico del klezmer —es el nombre de este género musical, que nació en las comunidades judías previas a la I Guerra Mundial— asegura que Ziganoff era un acordeonista gitano cristiano, nacido en Odessa (Ucrania), que había abierto un restaurante en Nueva York. Y estaba detrás de ese tema porque hablaba con fluidez yidis, y trabajaba, además, como músico klezmer.

Unos 20 años después, se convertía en el “himno oficial” de la resistencia italiana. Antes de 1945, solo entonaban ‘Bella ciao’ algunos grupos de partisanos en zonas próximas a Bolonia. Según el historiador de la Universidad de Catania Luciano Granozzi, la canción de los partisanos por aquel entonces era ‘Fischia il vento’, pero ésta fue calificada como “demasiado comunista”: era un tema que venía de una canción soviética de 1938 dedicada a la bella Katiusca (“Sopla el viento / brama la tormenta / los zapatos rotos / y aun así debemos marchar / a conquistar la roja primavera / donde sale el sol del porvenir”).

Pero después, con el comienzo de los Gobiernos de centro-izquierda, el ‘Bella ciao’ hace casi desaparecer el ‘Fischia il vento’: era políticamente más correcta y con su referencia al ‘invasor’ era suficiente. Aun así, sigue sin haber una teoría que convenza a todos los investigadores acerca del nexo entre lo que fue una canción del mundo campesino y lo que ahora se canta como un verdadero himno de lucha y expresión de la conciencia antifascista.

 

 

Fuente:elconfidencial.com