Enlace Judío México – El régimen de Teherán esperaba obtener grandes beneficios de los acuerdos con empresas europeas y estadounidenses, pero ahora lo han abandonado y los problemas económicos han comenzado a crear presiones sobre Irán.

AMOS HAREL

La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirarse del acuerdo nuclear con Irán ya causó un daño económico a los iraníes. Según las evaluaciones de inteligencia presentadas a los líderes israelíes, la secuencia de reacciones tras la decisión estadounidense ha sido más severa de lo esperado.

Trump anunció su decisión el mes pasado, amenazando con restablecer severas sanciones contra la industria petrolera iraní y las empresas extranjeras que comercian con ella. Supuestamente, las nuevas medidas entrarán en vigor a principios de noviembre. Algunas compañías estadounidenses, entre ellas el fabricante de aviones Boeing y General Electric, que firmaron contratos para suministrar equipos a la industria petrolera de Irán, detendrán sus inversiones en el país.

Esta semana se informó que el fabricante de Nike canceló en el último momento una entrega de zapatos de fútbol a la Selección de Irán que participará en la Copa Mundial que comienza el viernes en Rusia. En Europa, British Petroleum anunció que pondrá fin a su inversión con la compañía petrolera iraní para una plataforma de perforación en alta mar frente a la costa escocesa.

Los ministros de Gran Bretaña, Francia, Alemania y la Unión Europea enviaron una carta a principios de junio a la administración de Trump, en la que solicitaron a Estados Unidos eximir a compañías de energía, aviación y salud de las sanciones estadounidenses contra empresas que comercian con Irán. El gigante europeo Airbus firmó contratos con Irán por un valor de mil millones de dólares tras el acuerdo nuclear en 2015. Otra gran compañía europea que podría verse perjudicada por las sanciones es la empresa francesa Total.

Según la inteligencia israelí, Irán esperaba obtener grandes beneficios de los acuerdos con empresas europeas y estadounidenses en el próximo período, pero ahora las compañías que firmaron contratos lo han abandonado debido al movimiento estadounidense y los problemas económicos han provocado frecuentes manifestaciones de la oposición en ciudades de todo el país.

Según fuentes israelíes, la doble presión económica está acelerando las divisiones en la cumbre del régimen entre los conservadores y los más moderados. Parte de la disputa se centra en la ayuda iraní a milicias y organizaciones terroristas en todo el Medio Oriente. Según varias evaluaciones, Teherán invierte casi mil millones de dólares al año en grupos terroristas como Hezbolá y las milicias chiítas que luchan en su nombre junto al ejército sirio, los rebeldes hutíes en Yemen, Hamás y la Yihad Islámica en la Franja de Gaza. El campamento moderado está a favor de cortar estos gastos. Algunos manifestantes en Irán protestan contra el uso de fondos del gobierno para estos fines a expensas del pueblo iraní.

Según este análisis, los líderes en Teherán también están preocupados por la presión sobre el régimen de Bashar Assad para reducir la presencia militar de Irán en el sur de Siria, cerca de la frontera con Israel. Rusia ha insinuado recientemente que está interesada en la retirada de las fuerzas iraníes, al menos del Golán sirio. Los movimientos del general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Al-Quds de la Guardia Revolucionaria, para establecer una presencia militar iraní en Siria han provocado una especie de disputa en Teherán debido a la escalada de hostilidades con Israel.

Aún así, a pesar de la combinación de acontecimientos que preocupan al régimen iraní, la inteligencia israelí no se apresura a concluir que el régimen está en peligro. Los líderes de Irán han superado oleadas de protestas anteriores, incluso a principios de este año.

Tras la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear, Irán anunció la semana pasada que reanudará el enriquecimiento de uranio. Sin embargo, estas medidas aún están dentro de los límites establecidos en el acuerdo de Viena y no constituyen una violación del mismo. Más bien, es vista como una acción declarativa dirigida a las naciones europeas, y no como un preludio de una retirada iraní del pacto.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico