Enlace Judío México – Organizada por la Comunidad Sefaradí,e presentó en el Centro Maguén David la puesta en escena El balcón de Golda, dirigida por Nathan Grinberg y con la actuación de la extraordinaria actriz Fanny Sarfati. Les presentamos una entrevista con la actriz, realizada por Nadia Cattan, y una reseña de la obra, escrita por Mark Achar.

Nuestros símbolos, esos héroes que aparecen tan inamovibles en las fotos de los libros de texto, nos podrían hacer pensar que, en el pasado, las situaciones difíciles eran sencillas; que una vez que sabemos el final de la historia, las decisiones tomadas fueron las más lógicas y que el mundo simplemente las dejaba pasar.

Sin embargo, los relatos marcados en la historia cual piedra cincelada nunca son tan sencillos. Ya lo decía el Rey Salomón, “no hay nada nuevo bajo el sol”; las situaciones del pasado, son demasiado similares a las de nuestra época, la diferencia es que ahora las imágenes a color nos dejan ponerles un filtro y así como los símbolos de hoy, nuestros héroes tienen una historia secreta que no conocemos.

Este es el tema que busca abordar El Balcón de Golda: una perspectiva más completa sobre la vida de uno de los símbolos más relevantes en la historia del Estado de Israel.

Habiendo elegido el teatro como una de las más poderosas formas de dar un mensaje, El Balcón de Golda, es una obra única en su clase, se presentó una vez más en honor del 95° aniversario de la Comunidad Sefaradí y en festejo del 70° aniversario del Estado de Israel, tras doce años de su última puesta en escena.

La gran actriz Fanny Sarfati se vuelve a probar en los zapatos de Meir, contando con una extraordinaria representación, esta historia relatada a través de varias, en donde su personaje aborda su vida desde sus recuerdos.

La pieza empieza con una revelación a la que Golda se enfrenta, “voy a morir” – dice – “de igual manera todos morimos”, lo que la invita a empezar a recordar. Y aunque parece una escena pacífica de remembranza de una mujer anciana que espera su final, un teléfono que suena, avisándole el estatus de un conflicto,  le deja claro a la audiencia que ella se encuentra en un momento crucial de la guerra de Yom Kipur.

Esto permite al guión volver a sus momentos más íntimos: los pogromos en Rusia, su llegada a Israel, los primeros años viviendo dentro del Estado, su rol como esposa y madre, sus diversos papeles dentro de la política, los momentos con sus nietos, la presión que vivió como Primer Ministro y tantos momentos más, que sería imposible hacer caber dentro de un libro, mucho menos dentro de un solo párrafo.

Constantemente ella se pregunta cuál será el costo del Estado de Israel, pues el voto real que creó Israel no fueron los 40 dentro de la ONU que apoyaron la creación del estado, sino los 6 millones de cadáveres que el nazismo dejó a su paso y todos los soldados que han caído y que caerán por este sueño. Así reflexiona que “sobrevivir es quizás el sinónimo de ser judío” y que su lucha no era solamente por su judaísmo, sino por la redención de toda la humanidad.

Si bien parece una obra dirigida para un público judío, la pieza puede ser disfrutada por todo público, ya que esta historia se trata principalmente de la lucha de Golda, como mujer empoderada y sobre sus sacrificios personales, en los que reflexiona sobre su relación con personajes Ben Gurión, Moshé Dayan, Kissinger y el Rey Abdulah, aceptando que no fue una santa, sino una mujer real, de carne y hueso.

Golda aborda el feminismo como una forma de romper prejuicios y una lucha por escapar del recuerdo de su padre clavando tablas de madera en la puerta, para evitar la masacre de su familia en medio de un pogromo.

La adaptación del guión es una verdadera exquisitez, no solamente por la interpretación de Fanny, sino también por la fuerza escénica que logra darle a su personaje y por combinar algunas expresiones en idish que le añaden veracidad y frescura a su extraordinaria actuación.

El Balcón de Golda es una ventana íntima que permite a través de risas y llantos darle una experiencia única al público, algo que seguramente nunca olvidarán.