Enlace Judío México – El Colegio Tarbut y el Comité de Educación de KKL (dirigido por Rebeca Mishne) presentaron la conferencia “La importancia del vínculo en la enseñanza”, a cargo del Dr. Gordon Neufeld, especialista en educación, quien compartió con los asistentes su larga experiencia como educador y habló de lo fundamental de inculcar valores y vincularse emocionalmente con los niños, además 

Con el lema de Nelson Mandela “La educación es el arma más poderosa si quieres cambiar al mundo”, el Dr. Neufeld se dirigió a la nutrida concurrencia.

El Dr. Neufeld ha dado conferencias en América, Europa, y Medio Oriente. Es Licenciado por la Universidad de Winnipeg, tiene un posgrado, maestría y Doctorado por la Universidad de British Columbia. Su Doctorado lo llevó a cabo en el área de Psicología Clínica y del desarrollo. Impartió por casi 20 años la cátedra de “Teoría de la personalidad y psicología de la relación padre e hijo”. Aunque la conferencia estuvo dirigida a profesionales de la educación, podría servir para cualquier persona que tenga un vínculo con niños y jóvenes a su cargo.

Los jóvenes no son los mismos que hace varios años, hay que tener un entendimiento con la juventud, el Dr. Neufeld comenta que hay que conocer y profundizar en el modelo educativo basado en un vínculo desarrollado por él, basado en tres factores para comprender al ser humano: el vínculo, la maduración y la vulnerabilidad.

A pesar de la tecnología o habilidades del educador, esto no tiene relevancia si el estudiante no está motivado.

El ser estricto o duro no es la respuesta, el tener un vínculo con una persona es la fuerza más grande para poder hacer mejores estudiantes, en otro curso impartido en la misma escuela ya se había mencionado antes, “De Korczark a Zuckerberg” del Mtro. Shay Piron, hay que buscar el alma del niño, hacer una cita con su corazón. Una experiencia que contó el Dr. Neufeld en una escuela de Canadá fue la siguiente: Un profesor para poder ganar la confianza de una niña (ambos eran de origen irlandés) tuvo que bailar frente a ella, el dijo “no dejaré de bailar hasta que sonrías”, el momento fue tan cómico que la niña soltó una gran sonrisa y el profesor tuvo acceso a su confianza y a su corazón.

El modelo del Dr. Neufeld se enfoca en adquirir una visión orientadora para desarrollar acciones remediales y efectivas así como acciones preventivas para detectar dificultades en forma temprana. Este modelo contribuye al bienestar del estudiante.

Los estudiantes maduros crecen de forma natural pero los inmaduros dependen del educador, los adultos a cargo tienen que saber desarrollar su potencial y sacarlos del estancamiento.

El educador concedió una entrevista a Enlace Judío en la que nos habló más a detalle sobre los puntos que tocó en la conferencia y resolvió algunas dudas.

Gina Halabe: Estamos aquí con el Dr. Neufeld, que nos acaba de dar una conferencia en el Colegio Tarbut sobre la importancia del vínculo en la enseñanza. Hola, fue un honor haberlo escuchado y conocerlo. Gracias. ¿Por qué es mejor ser padres, papá y mamá, que amigos?

Gordon Neufeld: Esa es una buena pregunta, y es una pregunta muy importante y la razón por la cual escribí un libro y en él poder explicar eso.

Muy simple, es la manera en que estamos diseñados, es a través de un vínculo que debemos de cuidar y conformar, por la forma en que nuestros cerebros están programados. Los niños necesitan estar vinculados al adulto que los está cuidando, el adulto que sea, para que haya contexto para ellos para que la crianza que reciban sea más fácil y de la crianza reciban amor, cuando la relación está ahí, todo se da naturalmente, tenemos la intuición correcta para hacer esto, cuando no se da la relación correcta es desastroso, nos tropezamos con ellos y se vuelve muy difícil.

¿Por qué los papás necesitan ser más importantes? Porque en nuestros tiempos los niños empiezan a girar uno alrededor del otro, cuando hacen eso, ponen una órbita alrededor de sus papas, de sus maestros, etc… y lo que sucede es que si se comportan como iguales, pueden entender el contexto en el que los niños son criados pero no son responsables de ellos, tienen el poder, obtienen motivación, obtienen la receptividad, pero no son responsables y es el peor escenario para el cerebro porque no hay relajación en lo emocional, el cerebro del niño está altamente alerta, muy frustrado, nada funciona, los niños se sienten muy heridos, pero para ellos mismos es muy evidente cuando están unidos a sus iguales, piensan que es la forma en que debería ser, porque es auto evidente y no reconocen el problema; por eso tuve que escribir el libro, en realidad la respuesta más común o el comentario más común que los padres me hacen, es que no estaban conscientes de que había un problema, pero ahora cuando le pones palabras o un nombre a esto, se vuelve auto evidente y lo ves todo el tiempo.

G.H.: ¿Crees que hay una relación entre los padres y los maestros al momento de acercar a los niños a los educadores?

G.N.: Es muy importante que los padres puedan hacer que los alumnos quieran a sus maestros, y los maestros a sus alumnos.

Yo hablo de los maestros de una manera positiva, ¿por qué los maestros deben hacer lo mismo cuando piensan en los papás? Porque lo que pasa es que si los niños pueden seguir acercándose a ambos al mismo tiempo, el vínculo surge naturalmente. Es como el divorcio, es cuando papá y mamá se divorcian, cuando están separados y el niño no puede estar cerca de los dos al mismo tiempo. El hijo automáticamente se resistirá a uno de ellos y debe estar cerca del otro.

Eso es lo que está pasando en el sistema de las escuelas actualmente en todo el mundo, en algunos países es devastador que los padres y los maestros actúen como padres divorciados, hablando mal uno del otro, menospreciándose, el niño cuando obviamente ve esto, en lugar de vincularse más con la mamá o el papá o el maestro, ellos ven que es mejor vincularse con sus pares que son de la misma edad.

Es muy importante que los padres y los maestros tengan una buena relación.

Un pequeño experimento que se hizo fue que los maestros fueron a las casas de los niños de kinder y tomaron una foto de la mamá y la maestra juntas y luego la pegaron en la pared y los niños la veían y así probaban que podían estar cerca de la maestra y la mamá al mismo tiempo, se tranquilizó toda la clase e incrementaron su aprendizaje.

G.H.: ¿Cuál piensa que es el mayor error que cometen los padres?

G.N.: Los padres están sufriendo de una falta de confianza en estos días. Cuando los niños no tienen una buena relación con los padres, los padres tienen dificultades en encontrar sus intuiciones correctas, no saca lo mejor de ellos. Así que es difícil de creer que eres la mejor opción y que eres la respuesta de tu hijo y sin embargo cuando tu das ese paso las cosas empiezan a suceder.

El error más grande es cuando ponen disciplina en lugar de una relación, tener una buena relación es lo más importante.

Debemos tener la actitud de que no hay nada que pueda separar a nuestro hijo de nuestro amor. Y debemos hacer un esfuerzo para dar indicios claros cuando el niño duda de si lo queremos o no, o si la disciplina es más importante que la relación y poder asegurarle al niño que no es verdad y podemos reforzar esa relación.

La invitación de existir en nuestra compañía, es la invitación más importante y ocasiona incertidumbre del vínculo del niño con esto. Podemos dar a luz niños a este mundo, pero tenemos que invitarlos a existir aquí y tienen que ser invitados todos los días a existir a nuestra presencia.

Cuando nuestros ojos se iluminan cuando parpadean, cuando hay cariño en nuestra voz y el niño sabe cuando los tomamos de la mano, ellos saben que cuentan con nosotros y los amamos, en ese contexto es cuando el niño va a prosperar.

G.H.: ¿Piensa que el amor es suficiente para educar a nuestros hijos o necesitamos una educación especial para educarlos?

G.N.: Bueno, si hubiera una sola palabra, el amor sería esa palabra que necesitaría estar ahí.

No es suficiente, porque es el significado que le damos a ese amor. Si el amor es condicional y no hay una invitación de existir en nuestra presencia o si el niño no puede sentir el amor por que sus propios sentimientos están inhibidos, ellos se bloquean defensivamente; si el niño no siente, no va a ser suficiente.

Lo he consultado con muchos orfanatorios de adopción extranjeras y el problema de ser huérfano es que no tienes la capacidad de sentir; aquí los padres a veces dedican un año de sus vidas, decenas de miles de dólares y pasar por un proceso legal para poder adoptar un niño del extranjero, sólo para traerlo a casa y 2 o 3 años después ese niño se ve hambriento de amor. El amor fue abundante, todo el amor estaba ahí pero la cosa está en que el corazón del niño tiene que ser lo suficientemente sensible para que lo pueda recibir también.

Debemos tener cuidado de no herir a nuestros niños, debemos de tener cuidado de no ser la fuente que enfrenta rechazo, separación o vergüenza, porque el cerebro dice “vámonos de aquí, nos van a herir nuestros sentimientos y vamos a defender a esos sentimientos”, y eso significa que podemos tener todo el amor del mundo pero aun así no será suficiente.

G.H.: ¿Qué herramientas les podemos dar para educarlos adecuadamente?

G.N.: Bueno, no son herramientas, es un contexto, así como les damos lo que necesitan físicamente desde el feto hasta su desarrollo y nos damos cuenta que es potencial para que puedan llegar a ser totalmente independientes y que verdaderamente están respirando físicamente en el nacimiento; así ese vientre psicológico materno debe recrearse en el vínculo del adulto.

El reto es no entrenar a los niños de la manera que pensamos, ni siquiera enseñar a los niños de esa manera, sino proveer las condiciones favorables para desarrollar su propio potencial, la naturaleza hace todo el trabajo, así que nosotros debemos crear las condiciones, y la naturaleza hará el resto.

Cuando creamos la relación cuando el niño no tiene una relación correcta con nosotros, cuando el amor se capta se pueden sentir sus emociones. Ese es exactamente el tipo de condiciones que la naturaleza necesita tener para nuestros hijos.

G.H.: Muchas gracias, es un honor aprender de usted.