Enlace Judío México.- Ocupa el 60% del territorio de Israel y sin embargo solo se acercan a conocerlo el 5% de los turistas que visitan anualmente el país. Viajamos a conocerlo este serial de infinitas posibilidades.

JAVIER FLORES

La mayoría de los visitantes del país se dedican a visitar los lugares santos y la cosmopolita ciudad de Tel Aviv, denominada por sus propios habitantes como “la gran naranja”, aprovechando el símil con Nueva York y la gran manzana. Sin embargo, al sur de Jerusalén, Israel esconde uno de los desiertos más desconocidos del mundo: el Néguev.

Colindante con Jordania y Egipto, este árido cono de territorio esconde parques naturales, rescoldos de la historia y decenas de actividades que abarcan todo tipo de turismo: desde el más lujoso y calmo hasta el más aventurero.

Uno de los lugares imprescindibles es el Parque Nacional Ein Avdat. En mitad de la sequedad se intuye el cortado por el que fluye el agua. Una especie de oasis en forma de cañón donde el marrón de la piedra y la arena da paso a colores más vivaces. Y es que en mitad del desierto basta con mirar en rededor, buscar algo verde y saber por donde fluye este líquido vital.

A nivel histórico cabe destacar la importancia de este vasto territorio a nivel económico hace más de 2.000 años. Esta zona pertenecía a la ruta del incienso, una serie de rutas comerciales que enlazaban Arabia con el mar Mediterráneo y que fue una de las más importantes durante casi cinco siglos. De estas rutas ya solo quedan vestigios del pasado. Lugares donde los mercaderes avituallaban, pasaban la noche protegidos y continuaban su camino.

Sin embargo el lugar más famoso de la zona es el cráter Ramon, el más grande del mundo. Una maravilla geológica única. 42 kilómetros de largo y 10 kilómetros de ancho (en su zona más amplia) con forma de corazón alargado que esconden años de erosión horadada por los miles de torrentes de agua que se han ido sucediendo a lo largo de los siglos. El sueño de cualquier geólogo que se precie. Un lugar que continúa siendo investigado por los científicos.

En definitiva, un desierto desconocido fuera de Israel que esconde historia, naturaleza y geología a partes iguales.

Parque de Ein Avdat

El Parque Nacional de Ein Avdat es una especie de oasis formado por cañones horadados por el flujo de agua proveniente de distintos canales de agua. Dispone de varias rutas de distancias variables que permiten ver de cerca cómo el agua ha ido creando este vergel en mitad del desierto.

Shivta, memoria de la Ruta del Incienso

Entre Beerseba y el cráter Ramon se encuentra el sitio arqueológico de Shivta, un lugar esencial en la ruta del Incienso, aquella que partía de Arabia y llegaba al resto de Europa a través del Mediterráneo tras pasar por Petra y cruzar el Néguev.

Un crisol de color marrón

El cráter Ramon, el más grande del mundo, es la joya del desierto del Neguev. A pesar de lo que pueda pensar mucha gente, su origen no es meteórico, sino tectónico. El movimiento a diferentes velocidades de las dos placas que friccionan a lo largo del río Jordán, al este del cráter, provocó, a lo largo de miles de años, que el centro del cráter se fuera vaciando de los materiales geológicos más débiles.

En 4×4 por el cráter Ramon

Realizar una excursión en un coche 4×4 es una de las mejores opciones para conocer a fondo y de manera rápida el enorme cráter, pues tiene unos 40 kilómetros de largo y unos 8 kilómetros de ancho.

Estratos geológicos

En muchas zonas del cráter Ramon se pueden observar los distintos estratos geológicos que componen el mismo, más o menos erosionados en función de la dureza de los materiales que lo componen.

Beduinos del desierto

Los beduinos son los que mejor conocen el desierto del Neguev. Charlar con ellos es la mejor manera de adentrarse en un estilo de vida lejos de las comodidades urbanitas a las que estamos habituados.

Glamping, pop up oasis en el desierto

El ecologismo también ha llegado al desierto. Pop-Up Oasis Hotel permite disponer de una tienda con todo tipo de instalaciones y sin generar residuos ni daño al medio ambiente. Una especie de oasis alejado de cualquier núcleo urbano para sentir de cerca el desierto, el silencio, la noche… La mejor manera de ver las estrellas en mitad del desierto sin renunciar a la comodidad.

Cráter Ramon

Desde lo alto se muestra imponente e inabarcable debido a su tamaño y la historia geológica de este lugar sigue intrigando y maravillando a los científicos.

Paseos en dromedario

Pasear en dromedario es una de las actividades preferidas por aquellos que visitan el cráter Ramon, en mitad del desierto del Néguev.

Segway en el cráter Ramon

El cráter Ramon se ha postulado como el mejor lugar donde realizar actividades al aire libre. Desde caminatas hasta rutas en bicicleta de montaña, rápel por sus paredes (el cráter tiene una profundidad de unos 300 metros), segway, etcétera.

Parque de Timna

Al sur del cráter Ramon, a unos 25 kilómetros al norte de Eilat se encuentra el Parque de Timna, hogar de la mina de cobre más antigua del mundo y lleno de singularidades geológicas que hacen las delicias de los amantes de las rocas.

Eilat, asomada al mar Rojo

Con unos 50.000 habitantes es la capital del sur de Israel y la principal ciudad que se asoma al mar Rojo en Israel. Jalonada por Egipto y Jordania presume de ser uno de los centros de vacaciones más populares entre los israelíes gracias a sus benévolas temperaturas en invierno, su costa hilada por un pequeño arrecife de coral y sus glamurosos hoteles.

 

 

 

 

Fuente:nationalgeographic.com.es