Enlace Judío México.- Recep Tayyip Erdogan afianza la victoria pero surge una nueva oposición.
EDITORIAL THE WALL STREET JOURNAL
El caudillo turco Recep Tayyip Erdogan se atribuyó la victoria en las elecciones del domingo que lo dejarían con vastos nuevos poderes para extender su régimen cada vez más autoritario. El resquicio de buenas noticias es que la elección reveló una oposición democrática revigorizada aunque todavía acosada.
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Aunque los resultados de la elección presidencial y parlamentaria estaban en disputa a última hora del domingo, Erdogan parece a punto de ganar otro mandato de cinco años como presidente. Él ya ha gobernado por 15 años. Los medios de comunicación estatales dicen que ganó el 53% de la votación con más del 95%, poniéndolo por sobre el umbral del 50% para impedir una segunda vuelta. Su competidor más cercano, Muharrem Ince del Partido Popular Republicano (CHP) laico, ganó más del 30% de la votación.
Ince discutió los resultados electorales del domingo, y no sin causa. Un informe de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa citó este mes “restricciones a la libertad de reunión, asociación y expresión.” Erdogan ha gobernado bajo un estado de emergencia desde un intento de golpe en el 2016, estranguló a los medios de comunicación libres, y encarceló a opositores políticos como el líder del Partido Democrático del Pueblo pro-kurdo, Selahattin Demirtas, quien hizo campaña desde la cárcel.
Los turcos, no obstante, acudieron en masa a las urnas, con una destacable asistencia de un 87%. Muchos votantes están molestos acerca del giro del gobernante Partido Justicia y Desarrollo hacia el mal manejo económico. Turquía tuvo un crecimiento lento, inflación creciente y fuga de capitales cuando Erdogan descuidó sus instintos autoritarios y politizó el banco central. Trató de desviar la atención de las cuestiones del bolsillo enviando tropas a Siria e Irak y azuzó el nacionalismo.
Los turcos fueron también renovados por una nueva coalición del CHP de Ince, el Partido Bueno nacionalista y el Partido Felicidad pro-Islam. Los partidos se unieron para asegurar que excedían el umbral del 10% para entrar al Parlamento, y ellos ofrecerán una alternativa vigorosa para el AKP y sus aliados. Los kurdos de Demirtas pueden también exceder el umbral del 10%.
Turquía es un miembro de la OTAN que fue descuidado cuando la administración Trump se enfocó en Corea del Norte, Irán y Rusia. Al ras con otra victoria, es probable que Erdogan sea un socio aún más difícil.
Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.
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