Enlace Judío México – Este miércoles 4 de julio el Colegio Or Hajayim se vistió de gala para la ceremonia de graduación de sus alumnos de primaria, los graduados junto con sus familiares fueron llenando el auditorio del colegio desde las 8:00 am.; y en punto de las 8:30 los alumnos hicieron su entrada triunfal entre aplausos y porras, para tomar lugar en sus sitios de honor.

Uno a uno los alumnos del colegio recibieron sus diplomas de manos de la mesa de honor, posteriormente el presidente del patronato, el Sr. José Penhos, dirigió su mensaje:

“Para mi el hebreo es una de las riquezas más importantes que tenemos como pueblo judío, un idioma en el que cada palabra encierra en sí la esencia de lo que representa, la definición que damos a las cosas no es accidental, si estudiamos el significado de cada letra podemos entender la esencia de cada palabra. Rashi incluso se dedica en algunas interpretaciones a ver la conjugación y la gramática correcta del hebreo de acuerdo a como están escritas las palabras en la Torá, sin embargo la Torá nos da una clave: si quieres dominar tus sentimientos tienes que dominar tus acciones, las acciones son el camino para conquistar el corazón; el que constantemente hace cosas buenas va a lograr amar a los demás. Jóvenes, están entrando a una época maravillosa: el año que entra van a empezar a celebrar sus barmitzvot, los invito a que entren en un mundo de acciones como marca la Torá, acciones que los hagan querer a los demás. Que nosotros como padres tengamos siempre acciones positivas con nuestros hijos, quiero aprovechar para darles y ofrecerles mi compromiso en que estos alumnos sigan teniendo un gran camino en Or Hajayim por que por eso estamos aquí, para ver a nuestros hijos crecer como hombres de bien, judíos orgullosos, y que puedan ser un ejemplo para el pueblo de Israel completo. ¡Muchísimas felicidades!”

Terminada la ceremonia protocolaria de entrega de diplomas se pasó a la parte artística, donde los alumnos, contaron de manera muy particular cómo el futbol se puede asociar a la vida cotidiana y espiritual, dando claros ejemplos de que tanto el fútbol como los seres humanos son un equipo en el que todos necesitan una posición y una estrategia, pero sobre todo hermandad.