Enlace Judío México / Dana DeLaski – La Kehila Kedosha Janina es una estructura fácil de perderse. Se encuentra escondida entre los edificios neoyorquinos del Lado Este de la ciudad. Fue construida en 1927 y es la última sinagoga romaniota de todo el hemisferio occidental. Fue incluida al Registro Nacional de Lugares Históricos en Estados Unidos desde 1999 y fue señalada como un monumento de la ciudad de Nueva York en el 2004. Es un recinto pequeño pero importante.

Los romaniotas son una comunidad judía cuyas raíces se pueden rastrear hasta hace 2,000 años en Grecia. Son de los grupos más minoritarios del mundo judío, pero todavía tienen comunidades pequeñas en Grecia e Israel.

La primer congregación que se estableció en Nueva York surgió en 1906 cuando miembros de la comunidad judía griega de Ioannina se mudaron a Estados Unidos. Justo este fue el tiempo en que un cuarto de los judíos de Grecia abandonaron su tierra nativa. Y aunque había miles de templos judíos en el lado Este de la ciudad; no existía un solo lugar donde los romaniotas (quienes entonces se llamaban yaniotas) pudieran practicar sus tradiciones particulares, con la liturgia y el idioma de su tierra. Este problema se exacerbo el momento en que un joven yaonita falleció y no hubo forma de darle un entierro tradicional. Aunque el joven finalmente tuvo un entierro judío en un cementerio también judío no fue posible enterrarlo bajo el rito griego y fue difícil encontrar el apoyo de las otras instituciones judías. Por ello para la comunidad romaniota fue evidente que debían tener su propia sinagoga.

En 1921 compraron el terreno de Broome Street y para 1927 la Kehila Kedosha Janina ya estaba terminada. Desde ese momento hasta finales de los 40’s la comunidad romaniota prosperó en Nueva York. Entre matrimonios, bar mitzvás y fiestas, la sinagoga estaba rebosante de servicios y familias. Sus congregantes se integraron a los grupos de judío que trabajaban en textiles, fábricas de ropa y sastrerías. Fue una comunidad alegre y activa.

Sin embargo, con los años, muchos de los judíos romaniotas decidieron regresar a Grecia, ya que sentían un profundo orgullo de su origen; ello provocó que la comunidad se redujera en grandes números. Aun así la sinagoga resistió el paso del tiempo y a diferencia de las otras sinagogas que cerraron con los años en el mismo barrio, ésta sigue oficiando en Shabat y da servicio a una comunidad de más de 3,000 personas. La familia Colchamiro una de las familias fundadoras sigue siendo parte del Patronato.

Fuente: Culture Trip