Enlace Judío México – Hay un dicho en árabe que se traduce más o menos como “Vine por donde me fui”. En otras palabras, hubo mucho alboroto, pero no se logró ningún avance. Esto se puede aplicar a los ciclos de violencia aparentemente interminables en la frontera con Gaza.

AVI ISSACHAROFF

Probablemente sea demasiado pronto para resumir lo que sucedió en Gaza y sus alrededores durante las últimas 48 horas, pero hay una sensación de que la última ronda de violencia, el enfrentamiento más serio entre Israel y Hamás desde la guerra de 2014, fue innecesario e improductivo, y nada ha cambiado.

Varios proyectiles de mortero fueron disparados contra las comunidades israelíes en la frontera con Gaza esta mañana, al parecer restos de la violencia de ayer. Técnicamente, esta última ola de violencia, que comenzó con ataques aéreos israelíes la noche del viernes, fue una respuesta directa a los disturbios violentos en la frontera con Gaza, en los que un soldado de las FDI resultó herido por una granada que lanzó un palestino.

Pero en la práctica, el ataque de la fuerza aérea fue una oportunidad para que Israel destruyera otros túneles subterráneos de Hamás y un esfuerzo por cambiar el status quo con los gobernantes de la Franja de Gaza en cuanto a los crecientes ataques incendiarios.

Algunos en Israel y en las FDI creyeron que bombardear instalaciones vacías de Hamás causaría pánico en la organización y ordenaría a sus miembros que dejen de lanzar dispositivos incendiarios a territorio israelí que han quemado miles de hectáreas de bosques y campos agrícolas en los últimos meses.

Además, Israel esperaba que los ataques calmen a los residentes del sur de Israel y a los políticos de derecha que han estado exigiendo una respuesta más contundente a los crecientes ataques incendiarios.

Es dudoso que el fenómeno de los cometas incendiarios se detenga, y por lo tanto las demandas de acción sólo se intensificarán.

Hamás no está tan entusiasmado con el acuerdo de alto al fuego negociado por Egipto el sábado. Cuando se anunció que el acuerdo entraría en vigor, el grupo terrorista lanzó decenas de cohetes contra comunidades israelíes al otro lado de la frontera para mostrar su descontento sin negarse por completo a aceptarlo.

Y de nuevo, unas horas después del alto al fuego, fuentes de Hamás indicaron que Egipto estaba presionando al grupo para que detenga el lanzamiento de cohetes y se adhiera al acuerdo.

Pero parece que ambas partes esperaban que Egipto lograra negociar una tregua para poner fin a la violencia.

Y todos saben – Israel, Hamás y Egipto – que la próxima ronda de enfrentamientos está a la vuelta de la esquina, y que es poco probable que la realidad en Gaza cambie significativamente a raíz de la violencia del fin de semana.

Los políticos israelíes que anuncian rápidamente que el gobierno no debe tolerar el actual “terrorismo de cometas” no están diciendo la verdad al público.

En primer lugar, los cometas no son la amenaza de seguridad más urgente que enfrenta Israel, sino más bien la tercera o la cuarta en la lista. Gaza ha sido degradada, y ahora se considera una amenaza menos crítica para Israel que la planteada por el ejército iraní a lo largo de la frontera norte.

Israel considera que arrastrarse hacia una guerra complicada en Gaza por los cometas incendiarios es innecesario para las FDI, mientras que se está librando una campaña mucho más crítica en Siria sobre Irán.

Mientras Irán intente atrincherarse cerca de la frontera del Golán, es dudoso que la realidad para los residentes israelíes que viven cerca de la frontera con Gaza, donde los cometas provocan múltiples incendios todos los días, cambie radicalmente en el futuro cercano.

En segundo lugar, aunque los ministros del gobierno de Netanyahu se abstienen de decir esto en público, Israel quiere garantizar la supervivencia de Hamás en Gaza. No por amor a la organización, sino porque las alternativas a ese grupo terrorista que gobierna la Franja serían un caos completo en Gaza o Israel volvería a ocupar el enclave palestino y gobernaría a sus 2 millones de residentes.

Esta es la consideración detrás de la política cautelosa de Israel con respecto a Gaza. Una ronda de violencia, cometas incendiarios y manifestaciones a lo largo de la frontera se consideran “tolerables” y no justifican una guerra total que podría obligar a Israel a enfrentar decisiones mucho más difíciles de las que ya enfrenta.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico

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