Enlace Judío México.- Este homenaje comenzó hace más de veinte años y existe en veintidós países. Se considera el monumento más grande de este tipo en el mundo.

En las aceras del centro de Berlín no es raro toparse con una stolpersteine, que literalmente significa “piedra para tropezar”. Se trata de pequeños adoquines de latón que el artista alemán Gunter Demnig lleva colocando desde hace 25 años frente a las casas de las víctimas del nazismo.

Luego de más de dos décadas, Stolpersteine se ha convertido en el monumento conmemorativo descentralizado más grande del mundo, gracias también a la voluntaria colaboración de muchas personas, incluidos niños.

Demnig empezó su homenaje bajo la máxima de que “una persona solo es olvidada cuando su nombre es olvidado”; así que en las stolpersteine graba el nombre del deportado, la fecha de nacimiento y la de defunción, en el caso de que fuera asesinado por el régimen de Hitler.

Las piedras de Demnig no sólo hacen referencia a quienes murieron, sino también a quienes sobrevivieron o huyeron de los centros de exterminio nazis.  Ya hay más de 67.000 adoquines en todo el mundo.

Sin embargo, la cultura de la conmemoración está siendo cuestionada por el partido ultraderechista AfD, el partido de oposición más grande del Parlamento alemán, cuyo legislador ,Wolfang Gedeon, ha exigido el fin de las placas conmemorativas arguyendo al hecho de que éstas “imponen una cultura del recuerdo a los demás seres humanos, dictándoles cómo deben recordar a quién y cuándo. ¿Quién les da a estos arrogantes moralistas el derecho de hacerlo?”, declaró.

Su demanda fue rechazada, pero ha surgido un debate nacional sobre cómo Alemania debería recordar su historia de la Segunda Guerra Mundial.

 

 

 

Fuente:cnnespanol.cnn.com