Enlace Judío México – Las siguientes historias jasídicas fueron recopiladas por Martín Buber. Hablan sobre el gran rabino de Medzbij, nieto del Baal Shem Tov juez del Beit Din (corte) de esta ciudad. Las historias nos muestran una de las caras más compasivas del jasidismo y D-os. Esperamos les gusten.

Los dos extranjeros. Martín Buber.

En el salmo ciento diecinueve, el poeta le dice a D-os: “Soy un vagabundo en la tierra, no escondas tus mandamientos de mí.”

Con respecto a este verso rabí Baruj decía: “Aquel que la Vida lo empuja al exilio y llega a una tierra ajena a él, no tiene nada en común con la gente de ahí y no puede siquiera con un alma. Sin embargo, si un segundo extraño aparece en la escena, aunque venga de un lugar tan distinto, los dos pueden confiar en cada uno, y vivir juntos y apreciarse. Si no hubieran sido extranjeros jamás hubieran tenido un afecto tan cercano. A eso se refiere el salmista: ‘Tú, incluso como yo, somos extranjeros en la tierra y no tenemos lugar para Tú gloria. Por favor no te apartes de mí, sino revela tus mandamientos, para que me vuelva tu compañía.”

Bendito Él que habló

Le preguntaron a rabí Baruj: “¿Por qué decimos ‘Bendito Él que habló y el mundo existió’ y no ‘Bendito Él que creó el mundo’?”

Contestó: “Alabamos a D-os porque creó nuestro mundo con la palabra, y no con el pensamiento, como otros mundos. D-os juzga a los sabios por un pensamiento malvado que guardan en su corazón. Pero cómo podría persistir el honor y estatus de la gente si los juzgará de esta forma, y no – como Él hace – sólo juzgándolos por un pensamiento malvado expresado y ejecutado a través de las palabras”.

Fuente: Tales of the Hasidim