Enlace Judío México.- La recientemente aprobada Ley del Estado-Nación ha provocado una intensa controversia entre sus defensores y sus detractores.

IRVING GATELL PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

¿Cuáles son las implicaciones de esta nueva Ley Básica israelí, y cuáles las posibles afectaciones a las minorías étnicas y religiosas?

Básicamente, son tres los puntos que más suspicacia han generado: la especificación de que en el Estado Judío sólo los judíos tienen derecho a la autodeterminación, la especificación de que ahora sólo el idioma hebreo es oficial, y la especificación de que se fomentarán los asentamientos por su importancia nacional.

Todo debate es bueno, pero para evitar que caiga en falacias, debe basarse en la realidad. No debe quedarse en los conceptos abstractos. Y la realidad –incómoda para muchos– es que las nuevas disposiciones vienen de antecedentes concretos que han surgido del conflicto con los palestinos y los grupos que los apoyan, desde la izquierda israelí hasta los progresistas europeos, pasando obligadamente por la ONU y otras instancias internacionales.

No hay que escarbar demasiado a este tema para descubrir que detrás de todo está la infaltable obsesión de mucha gente, respecto a que los judíos somos los únicos que no tenemos derecho a pedir nada, a exigir nada, a tener nada.

El aparente discurso sobre la defensa de la democracia pronto deja ver el anhelo de muchos agentes políticos e ideológicos de que Israel se rinda.

En el otro extremo, la redacción de la nueva ley Estado-Nación no afecta los derechos reconocidos por la Ley Básica aprobada en 1992, lo que significa que el Estado de Israel queda obligado a garantizar la igualdad para todos sus ciudadanos, judíos o no judíos.

 

 

 

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