Enlace Judío México – Efraím Palvanov – Baruch Bruce Geller (1930 – 1978) nació en Nueva York. Aunque estudió psicología en la universidad de Yale, su verdadera vocación realmente era el teatro; por lo cual buscó un trabajo como guionista. Debido al poco éxito que tuvo en un inicio, decidió mudarse a Hollywood y trabajar en numerosos programas televisivos.

En 1965 Geller tenía una idea para una nueva serie televisiva que consistía en un equipo secreto de espionaje dedicado a realizar tareas complicadas. Esta idea derivó en la famosísima serie “Misión Imposible” y Geller se convirtió en su productor, escritor y director durante varios años. Su creación fue un verdadero éxito; ganó como 8 Premios Emmy y estuvo en el aire hasta 1973.

Sin embargo, no fue hasta que Sydney Pollack decidió hacer una adaptación a película, que la inventiva de Geller y el encanto de la serie tomaron nueva vida en el milenio entrante. En 1996 salió al aire la primera película de una saga que marcaría la infancia de muchos milenials. Con la participación de Tom Cruise y John Voight la película fue un verdadero éxito y hasta la saga ha estrenado una secuencia de 5 películas, generando ganancias superiores a 2 mil millones de dólares.

Pollack creció en Indiana, hijo de una familia rusa de inmigrantes judíos. Al terminar la preparatoria decidió mudarse a Nueva York y estudiar actuación. Después fue enlistado en el Ejército durante dos años y cuando regresó empezó a trabajar como asistente de escenográfico. Se mudó a Hollywood en 1960 para instruir a niños actores y paulatinamente cambió de actuar a dirigir.

Pollack primero trabajó en series de televisión y después pudo dar el brinco a producir películas; fue demasiado exitoso desde un inicio. Sus películas llegaron ser nominadas 48 veces para el premio de los Oscares y ganó 11 veces. Pollack eventualmente regresó a actuar y apareció en numerosas series televisivas. Murió de cáncer en el 2008.

El pasado fin de semana, la sexta entrega de la franquicia cinematográfica, “Misión: Imposible – Fallout”, saltó a la cima de la taquilla. Las películas hacen un seguimiento de las tribulaciones del espía maestro de la Fuerza de Misiones Imposibles (FMI) Ethan Hunt (Tom Cruise) mientras cuelga de helicópteros, pelea en estrechos pasillos y corre por callejones empedrados en una carrera para salvar al mundo del terror internacional.

Dos de los actores principales, Barbara Bain, que interpretó a la modelo de mujer femme fatale Cinnamon Carter, y Steven Hill, que interpretó al líder del grupo de facto Dan Briggs en la primera temporada, eran hijos de inmigrantes judíos rusos. En “Misión: Imposible“, Bain, como Carter, tuvo la oportunidad de hacer un extraño homenaje a su herencia interpretando a personajes tan estrafalarios como una zarina ciega.

Hill, que nació Solomon Krakovsky, dejó “Misión: Imposible” en parte porque el horario de rodaje del espectáculo entraba en conflicto con su fe ortodoxa, que le impedía trabajar las noches de Shabat. Después de su única temporada en el programa, Hill interrumpió por una década la actuación, desilusionado por la violencia televisiva. Luego tendría la oportunidad de llevar su ética judía a la pequeña pantalla como fiscal de distrito Adam Schiff en “Ley y orden“. En una entrevista en el Washington Post en 1996, el creador de la serie Dick Wolf llamó a Hill “la influencia talmúdica en todo el espíritu de época de la serie“.

Con Hill fuera de “Misión: Imposible“, Martin Landau, el hijo nacido en el Bronx de un padre inmigrante judío austriaco que perdió a su familia en el Holocausto, asumió un papel más importante como maestro de disfraz de Rollin Hand.

Bruce [Geller] había escrito la parte para Martin, la prestidigitación, el cambio de rostros“, recordó Bain – quien nació Mildred Fogel – en una entrevista de 1992 con Skip E. Lowe para su programa de acceso público “Skip E. Lowe Looks” en Hollywood. Bain y Landau habían conocido a Geller en un taller de actuación en Nueva York unos años antes, recién terminados sus estudios de métodos de actuación del célebre Lee Strasberg.

Landau, que estaba casado con Bain, llevaba innumerables máscaras de goma en la serie y se movía en multitud de acentos, pero dos personificaciones deben haber resultado especialmente desafiantes. En el episodio de la temporada 1 “The Legacy”, le encargaron utilizar la forma del método de Strasberg, que requiere que un actor recurra a la experiencia personal para conectarse con sus personajes, para representar a uno de los torturadores de su familia, Martin Bormann. Más tarde, en “El eco de ayer” de la segunda temporada, tuvo que interpretar al Fuhrer.

El programa dedicó varios episodios a los esfuerzos para obstaculizar los intentos del resurgimiento nazi en Alemania. (Las referencias al Bloque soviético se mantuvieron oblicuas, con el país ficticio Ruritania utilizado como sustituto común). Aunque la amenaza de los nazis había pasado en gran medida, estaba claramente en la mente de Geller.

Landau y Bain abandonaron el programa después de la temporada 3, pero no antes de que Bain ganara tres premios Emmy por su trabajo. Landau recibió tres nominaciones consecutivas al Emmy y ganó un Golden Globe por el papel de Hand. Bain recordaba su época trabajando con Geller con cariño, diciéndole a Lowe que Carter “era un papel de ensueño“.

En la cuarta temporada de la serie, Leonard Nimoy fue presentado como nuevo personaje conocido como El Gran Paris, un mago convertido en agente secreto, imitador talentoso y sucesor natural del Hand Rollin de Landau. Junto a él estaba su compañera judía Lesley Ann Warren como la joven espía Dana Lambert. “Querían una imagen mucho más joven para el nuevo personaje femenino; querían mostrar mis pecas“, dijo Warren al AV Club en 2012. Warren se fue después de una temporada, buscando papeles que se enfocaran más en la actuación que en la acción. Nimoy la siguió.

En 1978, a la edad de 47 años, Geller murió cuando un Cessna Skymaster que pilotaba se estrelló en el Cañón Buena Vista de California. El hombre que creó la serie nunca vería el renacimiento de dos temporadas que se emitió de 1988 a 1990.

Sin embargo, la pieza más emblemática de la franquicia se mantuvo constante a lo largo de sus muchas encarnaciones, desde el programa de televisión original hasta “Fallout:” El tema musical, escrito por el compositor judío argentino-estadounidense Lalo Schifrin.

[Geller] me dijo: ‘Quiero que escribas un tema que sea emocionante, prometedor, pero no demasiado pesado. Hazlo divertido’“, dijo Schifrin a NPR en 2015. “Pero al mismo tiempo, házlo como una promesa de que habrá algo de acción“. La pegadiza melodía ciertamente resultó perdurable, Schifrin incluso tuvo la oportunidad de dirigirla con la Orquesta Filarmónica de Israel para el álbum de 1993 “Lo mejor de la misión: Imposible (Entonces y ahora)“.

Las nuevas películas no tienen mucho de los actores o temas judíos, pero “Misión: Imposible – Fallout” no decepciona del todo. Presenta un plan para atacar Jerusalén, y un cameo sustancial del periodista Wolf Blitzer. El presentador de “Sala de Situación” probablemente no gane ningún premio de actuación como Bain o Landau, pero es agradable ver que todavía hay un miembro de la tribu después de todos estos años.

Texto y traducción en colaboración de Silvia Schnesel y Sefora

Fuentes: Jew of the Week / Forward

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