Enlace Judío México.- La semana pasada, con las celebraciones de la consagración de los nuevos miembros del Salón de la Fama de la NFL, comenzó de manera oficial la temporada 2018-2019 de dicha liga. Gracias a esto, el día de hoy, recordaremos a uno de los judíos más exitosos en el futbol americano.

ISAAC SHAMAH EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Para platicarles la historia de este gran jugador, nos tendremos que imaginar el año de 1936, año en el que Marshall Goldberg, debuta como corredor de poder en la Universidad de Pittsburg, época difícil a nivel mundial, dado a que tan sólo unos años más tarde, se presentaría la peor guerra de la historia y estaba por venir un genocidio inimaginable.

Regresando a la historia de Marshall, justo antes de la Primera Guerra Mundial, su padre decide mudarse de su comunidad judía en Rumania a Estados Unidos en búsqueda de nuevas oportunidades. Ya en Estados Unidos conoce a la futura madre de Marshall. Para 1917 Marshall nace en Virginia del Oeste.

Desde niño, Marshall destacó en varios deportes y en la preparatoria logró ser un All State, en tres deportes distintos, entre ellos, el futbol americano. Gracias a esto, a Marshall lo comenzaron a conocer como Biggie (derivado de la palabra grande en inglés) debido a que, aunque era un deportista no muy pesado ni muy alto, destacaba en todo lo que hacía.

Para su etapa universitaria, Marshall decidió irse a jugar a Pittsburg ya que estaba cerca de su hogar y decidió enfocarse en el futbol americano, deporte en el que destacaba como corredor de poder.

Para 1936, Marshall se volvió un fuera de serie y terminó ganando dos títulos nacionales con su equipo, los Pitt Panthers. En 1937 y 1938 Marshall terminó en segundo lugar de la votación al premio Heisman y fue seleccionado como un All American, dicho premio se lo dan al mejor jugador en su posición a nivel nacional en la etapa colegial.

Para 1939, Marshall decidió entrar al draft de la NFL, en el que fue seleccionado por los Cardenales, que para ese momento pertenecían a Chicago, en la segunda ronda, con la selección número 12.

En 1939, la carrera de Marshall empezó de forma impresionante, al poco tiempo de comenzar a jugar, ya se había vuelto uno de los mejores corredores de poder en la liga (posición que para ese entonces era muy importante, en la actualidad, cada vez se ocupa menos).
Conforme pasaban las temporadas, Goldberg se consagró como el mejor Fullback de la NFL, situación que lo ayudó a conseguir su primer All Pro, como el mejor jugador de la liga en su posición, en 1941.

Para 1943, la situación bélica se complicaba mucho a nivel mundial y Goldberg se enteró de que los judíos al otro lado del mundo necesitaban ayuda, por lo que se enlistó en el ejército americano y luchó en la Segunda Guerra Mundial para intentar defender a los suyos.

Acabando la Guerra “Biggie” decidió regresar a jugar futbol americano con el equipo de Chicago, que hoy conocemos como los Cardenales de Arizona. Marshall jugó tres temporadas más con los Cardenales, en las que ganó el título de la NFL en 1947 y terminó su carrera consagrándose como un gran corredor de poder, fue premiado con ser elegido 4 veces el mejor de su posición, en el equipo ALL Pro.

Tras su retiro, Marshall fue pieza clave en su comunidad en Chicago y fue seleccionado al salón de la Fama Colegial en 1958. Para 1980 Marshall entró al Salón de la Fama Internacional del Judaísmo en el Deporte. En 2008 Marshall se quedó en la última ronda previa a entrar al Salón de la Fama de la NFL.

Años después de jugar futbol americano, a Marshall le detectaron la enfermedad de CTE, la cual se le generó debido a varios golpes en la cabeza y conmociones cerebrales que tuvo en su carrera.

Para 2006, Marshall murió de complicaciones de la enfermedad CTE. Posterior a su muerte, su viuda e hija ayudaron a crear el centro de salud para enfermedades cerebrales llamado The Marshall Goldberg Thraumatic Brain Injuries Center.

 

 

 

 

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