Enlace Judío México.- Los paisanos estamos acostumbrados, desde hace muchísimos años, no solo a vivir en comunidad sino a que cada quien tiene su papel en ésta. Sabemos cómo se vive en un Shtetl o en un Kibutz y además hemos sabido adaptar este estilo de vida en la gran ciudad. Una vez más los paisanos son el mejor ejemplo de una cultura que sigue con sus tradiciones en la modernidad. Es por eso que ahora se consideran los espacios co-working una especie de shtetl moderno.

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A continuación, el tipo de paisanos que puedes encontrarte en un espacio co-working, o en su defecto que podrías haberte encontrado en un shtetl en sus buenas épocas.

1. El sobre-entusiasta.

Es el paisano al que todos conocen, porque de alguna manera se las arregla para estar en más de un lugar a la vez. Siempre está platique y platique con todos (aunque tenga muchísima chamba la gente) y se la pasa presentando a todos con todos. Sin embargo, la ventaja que tienen es que el co-working se trata de hacer Networking y nadie lo sabe hacer mejor que ellos.

2. El que siempre sale tardísimo.

Hay gente que de plano no es una “morning person” y prefiere trabajar de noche. Y aprovechan que los co-working spaces tienen un horario 24/7 para trabajar en su cómodo horario de 8:00 p.m. hasta altas horas de la madrugada. La ventaja que tienen es que nadie los molesta mientras trabajan (digamos que no son tan amigos del sobre-entusiasta).

3. El Health Freak.

No son difíciles de ubicar, mientras todos están ocupadísimos con su chamba y ya no pueden más, esta persona parece que tiene siempre todo bajo control. Siempre llegan muy frescos en ropa de gimnasio y se toman una comida de dos horas para prepararse una ensalada cargada de superfoods y proteínas. Obviamente no usan una silla normal para trabajar, lo hacen o parados o encima de una pelota de yoga.

4. El que nunca tiene un minuto.

Este tipo de gente se la pasa paseando por toda la oficina, hablando por teléfono (un poco demasiado fuerte y con audífonos obvio) para que todos vean lo ocupados que están. Siempre te dicen que urge ponerse al corriente pero que perdón, que están como locos.

5. El workaholic.

¿Para qué salir a comer con los compañeros de la oficina si se pueden quedar a trabajar? Si los llamas para enseñarles un video chistoso de YouTube en tu lugar o algo puedes ver luego luego su ansiedad por regresar a trabajar lo antes posible. No entienden cómo todos los demás tienen tiempo para echar un café cuando hay tanto trabajo por hacer.

6. El Freelancer.

Los demás miembros del co-working space no están tan seguros de a qué se dedican, como que hacen un poco de todo. No tienen horarios fijos y de repente los dejas de ver por semanas.