Enlace Judío México – David Ben Gurión es el mayor constructor del Estado de Israel. Cuando era niño fue testigo del terrible antisemitismo y soñó que algún día el pueblo judío regresaría a su anhelada tierra prometida con el ferviente deseo de lograr una nación de igualdad y libertad. Con el paso de los años, David convirtió ese ambicioso sueño en una realidad.

David Gruen Płońsk nació en Polonia el 16 de Octubre de 1886. Acudía al jeder, las pequeñas escuelas donde estudiaban los niños de la comunidad judía. Ahí David forjó sus primeras ideas sionistas y a sus escasos 3 años comenzó a aprender hebreo y a fascinarse con las historias que encontraba en la Biblia.

La infancia de David se salpicó de momentos sumamente tristes, pues su madre Sheindl murió cuando él tenía apenas 11 años. Aunado a la ausencia de su madre, David tuvo que ser testigo de los pogromos y el antisemitismo que hervía a su alrededor.

Siendo un adolescente inquieto fundó un movimiento juvenil al que llamó Ezra, el cual preparaba a los jóvenes sionistas interesados en emigrar a Palestina. Esta preparación consistía en dos tareas básicas: el adiestramiento en labores de agricultura y la enseñanza del idioma hebreo.

A los 18 años David se trasladó a Varsovia en donde se unió al partido sionista Po’alei Sion, los obreros de Sion, pero no eran tiempos ni lugares aptos para ideas distintas a las del autoritario Zar, y en consecuencia David fue arrestado en dos ocasiones, sin embargo, a pesar de las complicaciones aquel joven obstinado, y un tanto necio, no abandonó su sueño.

Pero para hacer ese sueño sionista realidad primero tenía que estar en el escenario correcto, así que en 1906 emigró a Palestina. Tenía 20 años de edad cuando pisó por primera vez la tierra prometida, ese lugar era el Eretz Israel que por tantos años había idealizado, una región que, en ese entonces, se encontraba administrada por el Imperio Otomano.

David se estableció y no tardó en integrarse al trabajo socialista que llevaba a cabo la comunidad judía. Así empezó a cuidar animales, recoger cosecha y la totalidad de su energía era vertida en todas las labores que se llevaban a cabo en el Kibutz Beit Hatikvah.

En cuanto David desembarcó volvió a unirse al partido Poalei Sion, pero esta vez en Palestina, con el paso de los años aquel partido se convertiría en el Partido Laborista. Dicha organización, formada desde el año 1907, tenía un ambicioso objetivo: lograr en esa tierra una independencia política para el pueblo judío.

Un reto nada sencillo, pero aquella meta compartida era cada vez más inspirada por el arduo trabajo agrícola que los judíos de Palestina ejercían. Pues cuando los jóvenes sionistas secaron los pantanos la malaria que por tantos años había causado muerte en la población comenzó a ser controlada, las cosechas eran cada vez más exitosas y más vastas, sin embargo, cuando surgen pequeños tesoros también surge la necesidad de protegerlos, es por eso que en 1909 se crea la Hashomer, policía judía que velaba porque los kibutzim no fueran saqueados ni violentados. David Ben Gurion fue uno de los fundadores de dicha organización.

Sin duda, eran años de proyectos en construcción, pues un año después de que se creara el cuerpo de vigilancia Hashomer se fundó el periódico “Ajdut” que en hebreo significa Unión. David comenzó a escribir artículos en dicho periódico y su voz fue, cada vez, más escuchada. Completamente comprometido con el sionismo y con el partido de los trabajadores de Sion, David Gruen adquirió el nombre hebreo de David Ben Gurión.

Sus objetivos de crear un Estado judío eran desafiantes y sus conocimientos debían estar a la altura de la situación, así que en 1912 emigró a Constantinopla, hoy Estambul, para estudiar la carrera de leyes. Sin embargo, la Primera Guerra Mundial interrumpió sus estudios. David fue acusado de revolucionario y fue exiliado forzosamente a Egipto, después de una difícil transición, logró emigrar a los Estados Unidos.

Llegó a Nueva York en 1915, y el nuevo continente guardaba para David un regalo especial, pues fue en Estados Unidos donde David conoció a Paula la mujer que se convertiría en su esposa ideal, madre de sus tres hijos y compañera perfecta para la difícil tarea que David estaba por iniciar.

Fue ahí, en Norteamérica donde David conoció por primera vez lo que era una verdadera democracia, sin duda, esa justicia social era la que él quería implementar en su país judío, un país que, tristemente, sólo existía en su imaginación.

Instalado en Estados Unidos y con el complejo contexto de un mundo sumergido en la guerra, David Ben Gurión se enlistó en el ejército británico dejando a su esposa Paula embarazada en Nueva York. Ambos se mantenían en contacto a través de cartas, David sólo tenía interés por la Gran Guerra, pues el mundo estaba cambiando, y esos cambios son los que podían beneficiar los objetivos sionistas que por tantos años David había deseado.

En 1917 David se enteró de una extraordinaria noticia, el secretario de relaciones exteriores británico Arthur James Balfour expresó que el gobierno inglés veía con buenos ojos el establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío en Palestina. Dicha declaración conmovió al pueblo judío a todo lo largo y ancho del planeta tierra, pues acercaba la realización de un anhelo que por 2,000 años se había mantenido vivo en el pueblo judío. Era hora de trabajar, de emprender, de actuar, era hora de intentar, con todo el esfuerzo posible, hacer los sueños realidad.