(JTA) — La Iglesia Episcopal ha pedido disculpas por los comentarios hechos por una pastora de Massachusetts que acusó a Israel de falsas atrocidades.

Durante un discurso el mes pasado, la obispa Suffragen Gayle Harris afirmó que había sido testigo de cómo las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron a un niño de 3 años en el Monte del Templo y le dispararon 10 veces a un joven de 15 años después de hacer un comentario a un grupo de soldados.

Harris, la segunda funcionaria episcopal de mayor rango en el estado, luego aclaró que había escuchado las historias de un tercero.

“Estuve hace un par de años en el Monte del Templo”, dijo Harris. “Un niño pequeño de tres años, un palestino con su madre, estaba rebotando una pelota de goma. La pelota terminó por ser botar lejos de él y se desvió hacia el Muro Occidental, también conocido como Muro de las Lamentaciones. E inmediatamente, los soldados israelíes en el Monte del Templo intentaron esposar al niño de tres años, por rebotar una pelota de goma”.

En una declaración el mes pasado en la que acusó a la iglesia de estar “cerca de un libelo de sangre”, el Centro Simon Wiesenthal notó que hay un alto muro alrededor del Monte del Templo, lo que hace improbable que un niño tan pequeño pueda rebotar una pelota lo suficientemente alto como para que llegue a los devotos judíos abajo”.

En el segundo caso, Harris describió cómo un adolescente caminaba por la calle y le hizo a un grupo de soldados una pregunta que consideraron ofensiva.

“Comenzó a correr mientras lo amenazaban y le dispararon por la espalda cuatro veces cuando cayó al suelo y le dispararon otros seis tiros”, dijo.

Los comentarios de Harris generaron una gran indignación entre los miembros de la comunidad judía local. Después de la oposición vocal del Consejo de Relaciones Comunitarias Judías de la Zona Metropolitana de Boston (JCRC) y la rama local del Comité Judío Estadounidense, emitió un comunicado en el que aclaró sus comentarios.

“Durante toda mi vida adulta he sostenido que el Estado de Israel debe existir, con fronteras seguras y el establecimiento de relaciones respetuosas por y con los países vecinos”, dijo. “He condenado enérgicamente las acciones de extremistas e intolerantes contra el pueblo judío en los EE.UU”.

“Después de revisar mis palabras en la Cámara de los Obispos a partir de una transcripción, ahora reconozco que difundí historias que había escuchado y las enmarqué sin querer como si hubiera presenciado personalmente los presuntos sucesos. Me disculpo sinceramente. Ahora entiendo cómo el marco de mis palabras pudo dar la impresión equivocada y en efecto lo hizo. La culpa es sólo mía. También reconozco que no aproveché la oportunidad para verificar estas historias. Estaba hablando desde mi pasión por la justicia para todas las personas, pero estaba repitiendo lo que recibí de segunda mano. No fue aconsejable repetir las historias sin verificación, y me disculpo por hacerlo”.

En una declaración adjunta, el obispo Alan Gates, jefe de la diócesis y superior directo de Harris, reconoció que “para los líderes cristianos, contar relatos sin fundamento de la violencia israelí despierta la memoria traumática de una profunda historia de incitación a la hostilidad y la violencia contra los judíos, una historia cuyos ecos se escuchan de manera alarmante en nuestros días”.

Reafirmando la “condena de la violencia en todos los aspectos del conflicto palestino-israelí” por la iglesia, Gates dijo que lamentaba el “daño causado a nuestras relaciones con amigos y colegas judíos en Massachusetts, y nos pone a dedicarnos de nuevo a esas asociaciones, con las que estamos agradecidos de enfrentar las complejidades en conjunto”.

En respuesta, el JCRC escribió en Facebook que “acogió con beneplácito [esta] respuesta del obispo Harris y esperamos continuar el compromiso con ella, el obispo Gates y la Diócesis Episcopal de Massachusetts mientras buscamos avanzar nuestra meta compartida de la solución de dos Estados”.

“Tuvimos una conversación muy abierta. Esto llevó a un importante examen de consciencia”, dijo al Boston Globe el vicedirector del JCRC, Nahma Nadich. “Nos aseguramos de tener una conversación directamente con ellos, y la disculpa se emitió al día siguiente. Queríamos que entendieran los siglos de acusaciones, acusaciones infundadas de violencia, que provocaron más violencia contra los judíos”.

La reunión, que permitió a las dos partes “reparar cualquier ruptura en nuestra relación”, dijo, “no fue el final de la conversación”.

En una declaración enviada por correo electrónico a la prensa, el Centro Simon Wiesenthal dio la bienvenida a la disculpa de Harris como un “primer paso”.

“La disculpa de la obispa Harris es rotunda, sincera, pero incompleta”, dijo el decano asociado del centro, el rabino Abraham Cooper.

“La obispa Harris ahora admite que ella no estaba allí, pero repitió acríticamente lo que había escuchado de otros”, dijo Cooper. “Desafortunadamente, ella todavía no se ha manifestado que las dos historias fueron de hecho falsedades absurdas que le presentaron palestinos que difamaron al Estado judío. ¿Ella y su Iglesia denunciarán un libelo de sangre?”.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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