Enlace Judío México.-Uno más de nuestros lectores expone sus dudas acerca de sus apellidos a nuestro experto en genealogía judía.

Pregunta:

Hola, soy Silvia de Córdova.

Mi familia y yo somos de Brasil y queremos conseguir nuestra nacionalidad española por vía sefardí, así que estamos recopilando nuestra genealogía.

Si nos pudieran ayudar en nuestra búsqueda, lo agradecemos mucho….

Mi antepasado era judío de España y se llamaba Lucas Rodrigues de Cordoba, y llegó en el barco portugués de Don Francisco de Souza entre 1609 y 1610 a Brasil, muchas gracias por su atención.

Respuesta de Alejandro Rubinstein:

Rodríguez

Existe una teoría no sustentada pero bastante generalizada de que los apellidos de origen hispano que contienen el sufijo “ez” son indicativos de ser de ascendencia judía.

Si bien existen muchos judíos portadores de dichos apellidos, no existe razón lingüística para postular categóricamente que dichos nombres de familia son, de alguna manera, hebreos.

El caso del apellido Rodríguez es altamente representativo. Se trata de un apellido derivado de un nombre propio, Rodrigo, cuya proveniencia geográfica se sitúa en la zona germana.

La voz original es Roderich que, a su vez, se compone de dos vocablos: hruot (corrupción del vocablo hluot que significa “fama”) y rich que corresponde a “jefe, príncipe, poderoso”. Es aceptable, por tanto, considerar que este nombre conforma las figuras de “caudillo famoso” y de “jefe ilustre”.El personaje más famoso de nombre Rodrigo fue quien, condenado, degollado y arrojado al Rio Guadalquivir en el año 857 de la Era Común por una disputa fraterna, fuese elevado al nivel de San Rodrigo de Córdoba por la Iglesia católica.

Otro más fue el Beato Rodrigo de Silos quien ocupase el honroso puesto de secretario del rey Alfonso X el Sabio en el siglo XIII.

La evolución de este nombre propio a uno de familia se debe a la popularidad del nombre a principio del siglo VIII ya que en Toledo reinaba el último rey visigodo Rodrigo.

El sufijo “ez” es indicativo de un apellido patronímico, por lo que quien empleara la voz Rodríguez anunciaba ser hijo o nieto de Rodrigo. De esta manera, algunos judíos adoptaban estas fórmulas onomásticas ya que, como es bien conocido, no tenían escudo de blasones, derechos ante la Corona o señoríos que hacían imposible que portaran apellidos con algún nivel de linaje.

No podemos olvidar a Ciudad Rodrigo, población salmantina donde moraban los judíos en España y que, por asociación toponímica, permitió que algunos de ellos se arroparan con el vocablo Rodríguez.

Muchas son las formas de expresarlo gráficamente, he aquí algunas: Rodríguez, Rodrigues, Rodrígez, Rodíguez en el mundo de habla hispana; Llodrigues en Cataluña, Rodrigoena en la zona vasca y, en este caso, el sufijo “ena” significa “propiedad de”. En Italia es Roderico y Rodolico, mientras que en Francia se convierte en Rodrigue, en los Países Bajos es Rooryk y en los de habla inglesa Roderick y Rodrick.

Por su presencia en todo el mundo hispano y hasta en el anglosajón, las corrupciones o formas diversas de expresión gráfica se tornan en casi innumerables. Conviene recordar la afamada obra del Cid Campeador cuyo personaje principal era Rodrigo pero se le conoció más por su voz afectiva o hipocorística que es Ruy. De allí provienen voces familiares asociadas como Roy, Ruyales, Ruyra, Roiz así como las expresiones gallegas Rorío, Roriz y Ruizo.

En cuanto a posibles raíces judías de algunos de sus portadores, existen referencias en las siguientes obras de consulta: Sephardi Jews And The Early Years Of the Bank Of England- J.A. Giuseppi, Paper Read To The Jewish Society Of England, 1953; Registre Matrimonial de la Communauté Juive Portugaise de Tunis 1843-1854, Robert Attal & Joseph Avivi, Ben Zvi Institute, Jerusalem, 2000; A Guide To Jewish References In The Mexican Colonial Era 1521-1821, Seymour B. Liebman, University of Pennsylvania Press, 1964 y Jodeoconversos e inquisición en las Islas Canarias (1402-1605), Luis A. Anaya, Ediciones del Cabildo insular de Gran Canaria, 1996.

Los distintos tribunales de la Inquisición registran en sus anales a varios poseedores de este apellido, tal es el caso de los tribunales de Madrid, México, Panamá, Lima y Cartagena.

Su difusión geográfica alcanza a poblaciones como Nueva Veracruz, Ciudad de México, panamá, Salé, marruecos, Túnez, Amsterdam, Badajoz, Milán, Livorno, Triste, Esmirna, Turquía, Bordeaux, Bragança, Sao Vicente da Beira, Fundao, Aveiro, Montemaior, Santa Comba Dao, Rio de Janeiro, Toledo, Sevilla, Salcedo, Chile, París, Nantes, Lima, Buenos Aires y Sudán.

Un claro ejemplo para demostrar la dificultad de identificar el posible origen judío de quien emplee el apellido Rodríguez es el de Amato Lusitano quien fuera médico y anatomista en Salónica y quien portara el nombre de Juan Rodríguez durante la infame Inquisición europea en el siglo XVI.

En la obra Los Judíos del reino de Galicia se reconoce que desde 1202 hubo miembros de dicha familia en tal zona de la Península Ibérica.

De Córdova

Apellido con presencia judía en Middelburg, Amsterdam, Rousse, Sofía, Estambul, Tekirdag, Rodas, Spanishtown, Kingston, Port Royal, Houston, Austin, Nueva York, Seattle, Sao Paulo y Ciudad de México. Se trata de un topónimo o nombre de lugar que se enclava en la histórica ciudad andaluza y capital del mismo nombre bajo la grafía Córdoba.

Se presume que esta voz deriva del árabe Qurtuba y que, por tanto, significa “ciudad rica”. Entre las distintas variantes, judías o no, están las de Córdova, Cordovés, Cordoviz y Cordovez. Cordovilla es una manera de expresarlo en referencia a las poblaciones homónimas de Albacete, Salamanca y Palencia.

En el idioma italiano se pueden citar las fórmulas Cordova y Cordovani, mientras que en el francés se anuncian las voces Cordon, Cordonnier, Cordouen y Cordouant. Pero si pretendemos obtener la connotación claramente sefaradí, entonces debemos acudir a las grafías Cordovi, Cordovero, Cordobero, Cordoval, Kordova y, claro está, la propia de Cordova.

Rudolph de Cordova, un dramaturgo inglés de los siglos XIX y XX, fue un representante distinguido de este apellido y, de manera muy particular, por la presencia de la preposición “de” antecediendo al nombre de familia.

Resulta que en la Península Ibérica, en épocas inquisitoriales, quien empleaba apellidos comunes antecedidos de la preposición comentada demostraban ser, en su mayoría, judíos de antaño o cristianos nuevos. De allí que se tengan noticias de haber sido incluido este apelativo familiar como uno de los perseguidos en los juicios de la inquisición de México.

El dato más relevante de su posible origen hebreo proviene de la infame obra El Tizón de la Nobleza, de Francisco de Mendoza de Bobadilla quien se empeñaba en mostrar las “manchas de nobleza” que tenían varias familias por tener antecedentes de judaísmo en alguno o varios de sus antecesores. Pues bien, se puede resaltar que esta obra indica que existen personas bajo el apellido De Córdova con trazas definitivas de judaísmo en la Castilla de 1560.

Los países que más recogen a personas que emplean esta manera nominativa están México, El Salvador, Perú, Venezuela, Brasil, Colombia, Inglaterra, Estados Unidos, Italia y, por supuesto, España.