Enlace Judío México.- Circulan muchas acusaciones falsas, difamantes, así como ideas equivocadas en torno al sionismo. Que es lo mismo que racismo, que es parte de un complot para dominar el mundo, que es un proyecto colonialista, que no es lo mismo que judaísmo, que se puede ser antisionista sin ser antijudío.

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El sionismo es, simple y sencillamente, la convicción de que el pueblo judío tiene el derecho a vivir libre, seguro y en paz en su tierra ancestral, actualmente definida como el Estado de Israel.

Su origen como convicción judía se remonta a las épocas bíblicas. Su formalización como movimiento político, al Primer Congreso Sionista celebrado en 1897 en Basilea, Suiza. Desde ese momento, el sionismo se dedicó a lograr la posibilidad de construir un hogar nacional judío en lo que todavía era la provincia palestina del Imperio Otomano, y luego fue el Protectorado Británico de Palestina.

Tras su éxito definitivo y la creación del Estado de Israel, el sionismo ha sido la columna vertebral del sorprendente y milagroso desarrollo que, apenas en 70 años, ha hecho de Israel un país que ha dado cualquier cantidad de grandes aportaciones al mundo en ciencia, tecnología y arte.

Por supuesto, el sionismo no es monolítico. Existen tantas tendencias como tipos de judíos, ya que proyecta la realidad propia del judaísmo. Hay sionistas religiosos y ateos por igual, de izquierda y de derecha, moderados y radicales.

Para conocerlo y entenderlo hay que tener en cuenta la historia milenaria del pueblo judío, pero –sobre todo– hay que entender el panorama que se vive en la actualidad. Porque el sionismo es, ante todo, una lucha por transformar y mejorar esa realidad.

Es, como todo en el judaísmo, un compromiso con la vida.