Enlace Judío México.- El artículo del analista Irving Gatell publicado en Enlace Judío el 16 de agosto pasado es un excelente ejemplo de la táctica despectiva y demonizadora utilizada por los referentes del oficialismo nacionalista en Israel y otras sociedades contra tod@s aquell@s que no concordamos con sus posiciones políticas o su accionar.

MARIO SCHEJTMAN

En dicho artículo podemos ver claramente dos líneas argumentativas. Por un lado, difunde mensajes propagandísticos confundiendo de manera manipulativa hechos reales con interpretaciones subjetivas y hasta tergiversaciones alevosas de lo ocurrido. Por el otro, utiliza un lenguage plagado de violencia cultural, que incluye calificativos despectivos y agresivos junto con generalizaciones absurdas. Esta táctica funciona muy eficientemente.

Ante artículos de este estilo hay tres reacciones posibles. Si nadie responde –por ejemplo para no legitimizar la vulgaridad y la demonización empleadas- entonces ambas lineas quedan “confirmadas”; si la respuesta se centra en el nivel de las ideas y los hechos, se avanzará hacia un debate en el cual todas las posiciones serán expresadas, pero quedará aceptado que existe un desnivel entre interlocutores: el/la “analista seri@” versus el/la representante del grupo inferior (en el caso del artículo en cuestión, parte del grupo “más estúpido del mundo”); si, por último, la respuesta se centra en la agresión y exige una disculpa (tal como lo hizo Leonardo Cohen, tambien en Enlace Judío) entonces la reacción fue de acusarlo de “llorón” y de no tener argumentos para rebatir, volviendo a difundir los mensajes de la propaganda derechista.

En el debate público, el intercambio de ideas es vital. Y sí, a veces, los tonos suben y se dicen/escriben cosas que deberían ser editadas de manera más respetuosa. Esto es lamentable pero entendible cuando forma parte de una discusión efusiva. Sin embargo, cuando se trata de un artículo escrito de manera concienzuda y con la cabeza fría, el uso de calificativos ofensivos es una agresión premeditada y no un lapso momentáneo.

Si usara su misma táctica violenta, diría que aparentemente Irving Gatell se voluntariza a ser el idiota útil que promueve el odio dentro del pueblo judío, ya que no le alcanzan los elementos de análisis para observar la complejidad en la realidad y por eso busca culpables, repitiendo como loro los mensajes de la “hasbará” gubernamental. Pero el objetivo de estas líneas no es agredirlo a él a nivel personal, sino vertir luz sobre la táctica demonizadora que él elige utilizar. Ojalá logremos discutir los hechos y las ideologías desde posiciones de respeto mutuo y de aprecio por la divergencia. No es dificil dejar de usar el basureo como herramienta de debate. La elección es de quien escribe. Mi invitación al señor Gatell es a discutir sin calificativos ofensivos y sin menospreciar. ¿Se animará?

 

*Etgar es una organización no gubernamental Israelí que promueve vías innovadoras y eficientes de encarar conflictos, a nivel personal, grupal o social, con la ayuda de la creatividad, la empatía y la no-violencia. Nuestros procesos de trabajo están basados en teorías académicas, orientados por nuestra visión y encaminados a la acción práctica.

 

*Director de la ONG Etgar

 

 

 

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