Enlace Judío México.- Hollywood rescata la historia del centro de buceo que puso en marcha el Mossad en Sudán como cubierta para evacuar a judíos que huían de Etiopía a comienzos de los 80.

MIKEL AYESTARAN

El ingeniero gazatí Fadi Al Batash, de 35 años, fue asesinado a mediados de abril en Kuala Lumpur. Acudía al rezo de la mañana cuando dos motociclistas le acribillaron a tiros. Ese mismo día Hamás, grupo islamista que controla la Franja, acusó al Mossad de estar detrás del asesinato de este experto en la fabricación de drones y cohetes. El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, negó la implicación de sus servicios de inteligencia exterior y atribuyó la muerte a «un ajuste de cuentas entre activistas palestinos». Es la última acción de la que se responsabiliza al Mossad, creado tan solo un año después del establecimiento del Estado judío y que, 69 años más tarde, es tan admirado como temido.

Además de los asesinatos selectivos, la agencia también ha sido encargada de liderar importantes misiones para trasladar a judíos hasta la Tierra Prometida. Es el caso de la denominada ‘Operación Hermanos’. 37 años después, Hollywood rescata este episodio de la historia y anuncia para antes de que concluya el año la llegada a las pantallas de ‘Red Sea Diving Resort’. Se trata de la increíble historia de un grupo de agentes del Mossad que durante tres años lograron conducir hasta Israel a judíos etíopes (llamados Beta Israel) que vivían como refugiados en campos de Sudán.

¿Cómo lo consiguieron? De una forma que Gideon Raff, uno de los creadores de la aclamada ‘Homeland’, ha decidido llevar al cine con un reparto encabezado por Chris Evans (‘Capitán América’), Haley Bennett (‘El protector’) y Ben Kingsley (‘El desafío).

A finales de los años setenta, el entonces primer ministro del país, Menachen Begin, dio luz verde a su servicio de inteligencia para que se hiciera cargo del rescate de la comunidad Beth Israel de Etiopía, que es como se conoce a los judíos negros, considerados descendientes de una de las diez tribus perdidas del antiguo reino de Israel. Ellos querían escapar de la guerra civil y de la hambruna que azotaba a su país e Israel quería defender sus fronteras con el mayor número posible de judíos. Después de estudiar distintas opciones, el Mossad conjugó las aspiraciones de ambas partes y fijó la costa sudanesa como centro de la operación.

Los judíos etíopes que lograban escapar de su país eran recluidos en campos de refugiados en Sudán, el vecino musulmán, nada amigo de Israel. El Mossad encontró un lugar en mitad de la nada, un complejo hotelero levantado por empresarios italianos en los años setenta que estaba abandonado, y que alquilaron por tres años a cambio de 225.000 dólares, según testimonios de antiguos agentes a la cadena BBC. Tras un año de reformas, abrieron «Arous en el Mar Rojo, un maravilloso mundo aparte», según recogía el folleto que elaboraron para dar consistencia a su plan. El reclamo turístico lo describía como «el centro de buceo y recreación de Sudán». Lo que no se decía es que se trataba de una tapadera para que todos sus empleados pudieran colaborar en la ejecución del plan de evacuación.

Buceo de día

Los espías trabajaban al frente del complejo y de las actividades marinas durante el día y cuando era necesario, siempre de noche, se desplazaban a diferentes puntos de encuentro concertados para transportar en camiones a los refugiados. Les llevaban al norte de Arous y, en botes de goma, les acercaban hasta el barco de la Marina israelí que les llevaría a la Tierra Prometida surcando las aguas del Mar Rojo. Este modus operandi cambió en 1982, cuando fuerzas sudanesas abrieron fuego contra uno de los botes pensando que eran contrabandistas. Como alternativa, se diseñó un nuevo plan para sacar a los etíopes por vía aérea. En los siguientes dos años se realizaron 17 vuelos desde una pista improvisada que habilitó el equipo de Arous en el desierto.

«Estoy muy contento porque esta historia salga a la luz», declaró al diario Haaretz Gad Shimron, ex agente que formó parte de la ‘Operación Hermanos’ y que confesó estar «muy seguro» de que Gideon Raff se ha inspirado en el libro que publicó en 1997 sobre este mismo caso: ‘Mossad Exodus; The Daring Undercover Rescue Of The Lost Jewish Tribe’. Shimron recuerda con añoranza los años en los que trabajó en Arous: «Nos pasó de todo, nos dispararon, fui arrestado e interrogado por la seguridad sudanesa. Gracias a Dios no murió nadie, ni tampoco hubo heridos graves, pero las operaciones para sacar de allí a los refugiados eran peligrosas».

El cine reescribe casi cuatro décadas después las peripecias de este falso centro de buceo. Una misión del Mossad que, para el diario Haaretz, ha permanecido hasta hoy en el baúl de la historia debido a que el número total de judíos que los agentes consiguieron rescatar fue menor que los que llegaron a Israel tras la ‘Operación Moisés’. En este caso fueron 7.000 los etíopes que lograron escapar en vuelos desde Sudán a Tel Aviv en menos de tres meses. En los noventa llegaría la ‘Operación Salomón’, en la que aviones de la compañía nacional israelí El Al evacuaron en 36 horas a 14.325 judíos de una Etiopía sumida en la guerra civil. Se realizaron hasta 34 vuelos en unos aparatos en los que se retiraron los asientos para que entrara el mayor número posible de pasajeros.

Los auténticos héroes

Por encima del alto riesgo de las evacuaciones realizadas por el equipo de Arous, Shimron recordó en sus declaraciones que «entre rescate y rescate disfrutamos de los mejores días de nuestras vidas. Vivíamos de forma muy simple, con electricidad solo unas cuantas horas al día, pero aquello era un paraíso, con vistas increíbles y fantásticas playas y lugares de buceo. Y encima nos pagaban por estar allí». El ex agente del Mossad quiso destacar el papel desempeñado por los judíos etíopes, a los que considera «los auténticos héroes de toda esta historia, no nosotros».

Habrá que ver si la película recoge esta conclusión de uno de los protagonistas de carne y hueso de aquel episodio en la trayectoria del Mossad. Un episodio más cercano a una operación de carácter humanitario que a otras misiones que normalmente le corresponden a esta agencia de inteligencia, capaz de llevarlas a cabo con una espectacularidad digna de Hollywood.

 

 

Fuente:hoy.es