Enlace Judío México e Israel.- El renacimiento de una planta extinta ha sembrado semillas de esperanza y colaboración entre científicos en todo el Medio Oriente

AVI JORISCH

Dos investigadores israelíes han lanzado una iniciativa que ha transformado la manera en que entendemos el significado de la extinción y ha creado una plataforma de colaboración para que árabes e israelíes exploren. De hecho, los científicos de todo Oriente Medio, incluidos Jerusalén, Riad y Marrakech, están buscando a J-Date, para resolver los desafíos globales. Esta J-Date, sin embargo, no es el conocido sitio web judío de citas, sino una antigua variedad de palmera datilera de Judea que desapareció hace dos mil años cuando los romanos expulsaron a los antiguos israelitas de su tierra natal.

En 2004, Sarah Sallon, experta del Centro Médico Hadassah en plantas del Oriente Medio, contempló una idea que algunos llamarían insensatez: recuperar las semillas antiguas para examinar su valor en la curación de la enfermedad humana. En las últimas décadas, varios informes en revistas científicas y periódicos populares han sugerido que los científicos podrían germinar semillas antiguas. Muchos eran mitos. Algunos son verdaderos. Nadie, sin embargo, había devuelto la vida a una planta extinta.

En el 72 EC, los rebeldes judíos sitiados se suicidaron en masa en Masada, la antigua fortaleza de Herodes el Grande, y eligieron la muerte por encima de la esclavitud romana. Casi dos mil años más tarde, en noviembre de 1963, un equipo de arqueólogos cavó entre los escombros y encontró evidencia de una destrucción generalizada: frescos rotos, vigas carbonizadas, monedas de oro, flechas de bronce, ropa harapienta y contenedores de semillas antiguas.

En 2014, Sallon consiguió algunas semillas de la Autoridad de Antigüedades de Israel, luego contactó a Elaine Solowey, una de las principales expertas del país en agricultura sostenible. Cuando Sallon planteó su idea de la resurrección, la respuesta inicial de Solowey fue de incredulidad, pero aceptó intentar y tramó un plan para sacar las semillas de la latencia. Para la “buena suerte”, Solowey plantó las semillas en el festival judío de árboles, Tu b’Shevat, y unas seis semanas más tarde, para su asombro, una de las semillas comenzó a brotar. “Fue como un milagro“, recuerda.

En el vivero de la Dra Solowey (der.) en el Kibutz Ketura (Cortesía, Matthew Kalman)

Sallon y Solowey la llamaron Matusalén, una figura bíblica que vivió hasta los 969 años. En la actualidad, la palmera datilera de Judea, de tres metros de altura, y sus largas hojas verdes se han convertido en una atracción turística popular.

La palmera datilera de Judea es rica en vitaminas, minerales, nutrientes y fibra y fue uno de los alimentos más importantes en el antiguo Mediterráneo. El versículo bíblico que establece que la Tierra de Israel es una “tierra que fluye leche y miel” se refiere en realidad a la miel de los dátiles, no de las abejas. Y de acuerdo con el Libro de Levítico, los israelitas portaban ramas de palmera en la Fiesta de los Tabernáculos.

En cuanto a Matusalén, hay un problema: como es masculino, solo producirá polen. Sus contrapartes femeninas producen la fruta. La buena noticia es que Solowey ha logrado repetir su éxito con seis semillas más. En los próximos años, debería saber si ha plantado con éxito una palmera femenina para que Matusalén polinice.

Los expertos dicen que el sexo de Matusalén en realidad es algo bueno, porque las plantas masculinas, como productoras de polen, pueden impregnar diferentes tipos de palmeras datileras alrededor del mundo. Polana Vidyasagar, especialista en palma datilera y ex profesor de la Universidad King Saud en Riyadh, está muy entusiasmado con el renacimiento de la palma datilera de Judea. Él señala que es “la primera vez que una semilla viable regresa después de dos mil años. Es una idea novedosa. Abre la puerta para otras tecnologías“. El profesor Vidyasagar cree incluso que habría interés en todo el mundo árabe, especialmente en los Emiratos Árabes Unidos, en tomar el polen de Matusalén y en cruzar especies existentes para ver qué mezcla produce los mejores dátiles.

El Dr. Zaïd Salah Eddine, director técnico del Proyecto Marrakesh Date Palm de Marruecos, está de acuerdo. “Poder encontrar una plántula tan antigua como la de Judea nos ha permitido abrir las puertas previamente cerradas, dando la oportunidad de perder genes o rasgos“.

Solo podemos adivinar qué beneficios medicinales puede tener la palmera datilera de Judea. Dado que los científicos no han desarrollado una hembra, no está claro a qué podría conducir su descubrimiento. Pero los expertos dicen que los remedios antiguos basados en plantas podrían tener implicaciones importantes para la medicina moderna.

En las últimas décadas, algunos virus y bacterias han comenzado a ser más astutos que los esteroides y los antibióticos. Dado que las plantas del desierto tienen una química única que les permite sobrevivir en climas difíciles, algunos dicen que podrían proporcionar a los médicos otra forma de combatir las enfermedades. “Esta“, dice Rivka Ofir, especialista en cáncer, genética y células madre en la Universidad de Ben-Gurion, “es una de las indicaciones futuras para nuevos medicamentos“.

Salvar plantas en peligro de extinción es fundamental para el futuro de la humanidad. Los seres humanos han usado plantas a lo largo de la historia para tratar todo tipo de enfermedades. De hecho, más del 40 por ciento de nuestros medicamentos recetados derivan de extractos de plantas o compuestos vegetales sintetizados. Cuando las plantas se enfrentan a la extinción, las opciones de la humanidad para el descubrimiento y el avance científico están amenazadas.

La palmera datilera de Judea estuvo extinguida durante cientos de años y “surgió de una máquina del tiempo“, dice el Dr. Ori Fragman-Sapir, científico jefe de los Jardines Botánicos de Jerusalén. “Esta planta simboliza los tesoros arqueológicos y científicos que aún se encuentran en la Tierra de Israel

El ex jefe de la oficina del New York Times en Jerusalén, Steven Erlanger, señala que “Israel es famoso por su ciencia e investigación agrícola” y agrega: “La palmera datilera de Judea es un maravilloso ejemplo de este tipo de ingenio y persistencia“.

Avi Jorisch es el autor de Thou Shalt Innovate: Cómo el ingenio israelí repara el mundo (Gefen Publishing) y miembro principal del American Foreign Policy Council

 

Fuente: blogs.Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico