Enlace Judío México – Se acerca Yom Kipur, día más sagrado para el judaísmo; es el momento del año en que D-os perdona las ofensas que hicimos contra Él y espera nuestro arrepentimiento para perdonarnos. Si nuestro arrepentimiento es sincero y somos exitosos en no cometer las mismas trasgresiones el resto de nuestra vida, D-os borra de nosotros el pecado. Por eso Yom Kipur es el día más sagrado, porque es el día en que la relación de D-os con el pueblo de Israel vuelve a establecerse en forma pura. En este día leemos el libro de Jonás. El siguiente artículo nos ayuda a profundizar en el mensaje que D-os mandó a Jonás y a nosotros, a través de Jonás hace tantos años.

Rab. Dr. Meir Levin. Jonás y la ballena

Muchos de nosotros hemos escuchado sobre el libro de Jonás. Ya sea que hayamos escuchado la historia o hayamos ojeado el libro tenemos la impresión de que hubo una ballena que se comió a un profeta (Jonás) para obligarlo a cumplir su trabajo. Y lo más raro de la historia, más raro que la ballena inclusive, es que el profeta se queja frente a D-os de que es demasiado misericordioso. ¿Por qué Jonás se revela contra la misericordia de D-os? En esta queja se encuentra el sentido de su mensaje profético.

El libro de Jonás habla sobre la problemática que cualquier hombre y mujer enfrentan todos los días cuando deciden llevar una vida espiritual. La vida es un encuentro dinámico entre D-os y el hombre; la irrupción de la Divinidad en nuestra rutina cotidiana y Sus exigencias sobre nuestra alma cuando se rehusa a dirigir el mundo como nosotros queremos que lo haga.

Por imposición nacemos y por imposición vivimos nuestras vidas. Para algunos este hecho deriva en una crisis ocasional, mientras que para otros constituye un conflicto con el cual luchan diariamente. Sin embargo, todos los hombres son puestos a prueba, si llegan a vivir lo suficiente. Para algunos esa prueba es un divorcio difícil, para otros la muerte de un ser querido, una enfermedad impredecible o la falta de estabilidad. A veces, experiencias inesperadas nos sorprenden y nos sacan de nuestra rutina diaria. Diversos eventos impactan en nuestra vida de manera inesperada, aparentemente no tienen sentido, aparentemente son fortuitos.

Sin embargo tienen sentido y nos rehusamos a verlo porque nos rehusamos a ver el imperativo que imponen sobre nosotros. Tanto deseamos empujarlo a Él fuera de nuestras vidas, pero se rehúsa a irse. Nos exige normas, destruye la supuesta autosuficiencia que creíamos poseer y aplasta las percepciones que teníamos de quienes somos y quién es Él. Sin embargo, nos mentimos y nos aferramos. Tratamos de mantener esas percepciones erróneas a través de la complaciencia intelectual. ¡Con cual fuerza insistimos en tenerlas! ¡Cuánto luchamos para mantenerlas! Como Jonás intentamos escapar de la Presencia de D-os. Como él, tratamos de mantener en nuestras manos la ilusión de huir, la opción de resistirnos, de escapar; nos resistimos a involucrarnos, a crecer y en el proceso ser redimidos nacer nuevamente.

Como Job, Jonás no estaba de acuerdo con la forma en que D-os dirigía Su mundo. Mientras que el libro de Job (con el cual el de Jonás tiene numerosos paralelismos estructurales) presenta el conflicto que el hombre tiene con el atributo de Justicia; Jonás no puede entender la importancia del atributo de Misericordia. Este último hubiera preferido un mundo más organizado, más predecible, en el que los malvados sufran y los justos sean retribuidos inmediatamente; un mundo que funcione más con reglas y menos con las paradojas diarias que encontramos a nuestro alrededor. Al final nuestro profeta necesitaba vivir la piedad en carne propia y a través de sus propios sentimientos y emociones descubrir cada eco de Misericordia Divina.

Sin embargo, aprender dicha sabiduría no es algo que pueda ser logrado con un solo evento; es un proceso dinámico. Jonás salió del estómago de la ballena lleno de gratitud y deseo de alabanza; pensando que había renacido y había sido redimido y aun así se resistía. Aún tenía asuntos pendientes, necesitaba perforar más capas de negación y costras de auto-engaño para poder recibir nuevas pruebas.

El libro de Jonás con sus comentarios y relatos correspondientes puede revelar ante nosotros las formas en que un hombre se resiste a la Revelación de D-os y el camino que toma para aceptarla. Que este Yom Kipur podamos ver a D-os como Jonás y decir “un D-os compasivo, misericordioso, abundante de bondad y que permite el arrepentimiento del mal”. “Entonces dobló su cara y dijo: Conduce Tum undo de acuerdo al atributo de Misericordia, como está escrito: A D-os nuestro D-os pertenece la Misericordia y el perdón” (Midrash Jonás)

Nota: Partes del texto original fueron editadas
Fuente: torah.org