(JTA) — Las fiestas de Sucot no están completas sin un Lulav y un Etrog, las cuatro especies que se les ordena a los judíos que agiten en la fiesta de la cosecha. Pero según un nuevo libro, no fue sino hasta el período del Segundo Templo que los judíos comenzaron a usar el Etrog parecido a un limón como parte de sus celebraciones de Sucot.

En la antigüedad, simplemente usaban cualquier fruta que cosecharan en esa temporada, como granadas, uvas, dátiles e higos, dice el rabino David Moster, que ha estado investigando el Etrog durante una década y publicó un libro sobre su historia en abril.

Eso es porque la Biblia no es muy clara acerca de qué fruto quiere Dios que los judíos usen para celebrar Sucot.

En Levítico 23:40, Dios ordena que los judíos en el primer día de la festividad “tomen el fruto de árboles hermosos, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del arroyo”. Las ramas y sauces se refieren a la palma, el mirto y el sauce. Pero el significado de “el fruto de buenos árboles” es menos claro: el término en sí mismo también se ha traducido de varias maneras.

Por lo tanto, los judíos usaban cualquiera de los frutos que tenían disponibles para celebrar Sucot según Moster, el fundador y director del Instituto de Cultura Bíblica, que ofrece cursos en línea sobre la Biblia.

Sin embargo, las cosas cambiaron durante el periodo del Segundo Templo cuando se introdujo un nuevo fruto en la Tierra de Israel: el Etrog o cidro.

¿Por qué fue ampliamente aceptado que Levítico se estaba refiriendo a un Etrog?

Moster dice que la respuesta está en el viaje de la fruta hacia Israel.

La fruta se originó en China, donde no parece haber sido muy popular, le dijo a JTA. Eventualmente, la fruta llegó desde el este de Asia a la India, donde se utilizó como un remedio para problemas gastrointestinales (de ahí su nombre latino, Citrus medica) y apareció en la iconografía como un símbolo de fertilidad.

Desde allí viajó a Irán, cuando el Imperio Persa conquistó el noroeste de la India alrededor del año 518 AEC.

Cuando la Tierra de Israel quedó bajo control persa en el 539 AEC, los Etrog se extendieron también allí. Fue una de las primeras frutas extranjeras en ingresar al territorio, dice Moster, y rápidamente se hizo popular.

Moster dice que es imposible precisar una fecha exacta, pero en algún momento durante el período del Segundo Templo, “el fruto de los árboles hermosos” se hizo ampliamente conocido por referirse al Etrog.

A partir de ahí, el Etrog ganó un significado aún mayor como símbolo judío, y se utilizó para decorar todo, desde tumbas funerarias y mosaicos de sinagogas, hasta colgantes y lámparas.

Un segmento de un piso de un mosaico de la sinagoga de Tiberíades, entre el siglo VII-VIII EC, presenta imágenes de la fruta Etrog en el Museo Eretz Israel en Tel Aviv. (Yair Talmor / Wikimedia Commons)

La idea era exclusivamente rabínica. Por ejemplo, los samaritanos, que dicen ser descendientes de los israelitas, no compartían la interpretación. Hasta el día de hoy, los samaritanos usan una gran variedad de coloridas frutas en la elaboración de sus Sucás, que se ven muy diferentes a las frondosas que los judíos tienden a construir, y el Etrog no juega un papel central.

En cuanto a Moster, es un gran admirador del Etrog y hace un recorrido anual desde su hogar en Yonkers, Nueva York, al vecindario de Borough Park en Brooklyn, donde docenas de comerciantes venden la fruta previo a Sucot.

“Mi Sucá de hecho, en lugar de tener decoraciones regulares de diferentes tipos de fruta, tiene Etrogim colgando encima de ella”, dijo.

Cuando se le preguntó cómo puede pagarlos (los Etrogim generalmente no son baratos, cuestan entre 30 y 500 dólares), Moster explica que compra los reales para propósitos rituales y decora su Sucá con frutas de plástico.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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