Enlace Judío México e Israel.- Simón Schama es historiador, catedrático en la universidad de Columbia y “absolutamente sionista”, y mantiene que “odiar a los judíos es un trastorno psicopático” del resto de pueblos, aunque su constante exilio huyendo de la persecución no les ha hecho victimistas sino “cosmopolitas y resistentes”.

El británico (Marylebone, 1945) ha compilado en “Pertenencia”, que acaba de editar en España Debate, la historia del pueblo judío desde su expulsión en 1492, con la Inquisición como “policía” de “la fe verdadera”, hasta finales del XIX, un texto que concluye con una “profecía”: “Los judíos aún tendrán que caer más bajo para ser tenidos en cuenta”.

Es una historia, detalla Schama en una entrevista con Efe a propósito de la publicación de este segundo tomo de su “Historia de los Judíos, que refleja cómo los judíos nunca pudieron ser, “nunca les permitieron”, ser a la vez españoles, rusos o polacos.

“La vida es muy difícil cuando no puedes tener un hogar o llamarlo así a pesar de vivir allí desde cientos de años antes. Tener algo a lo que puedes llamar casa nunca debería ser un problema para nadie”, sostiene.

Antes de España ya los habían expulsado ingleses y franceses, pero lo sucedido en 1492, precisa en su libro, fue “traumático” porque vivían allí desde antes de los visigodos: “Es imposible no pensar en ellos cuando hablas de inmigración. Su historia es la de la humanidad”.

“Los judíos no mantienen un romance con la tragedia; no son víctimas en una profecía autocumplida, quieren vivir una vida normal y corriente en cualquier lugar”, afirma el historiador, cuyo trabajo no le sumerge en los archivos, algo que critican sus colegas, sino en los libros de historia, en la literatura universal o los textos sagrados.

Se define como “absolutamente sionista” -movimiento creado por Theodor Herzl que mantiene que la patria de los judíos es Israel-, pero también subraya que es “un crítico feroz” del gobierno de Benjamín Netanyahu: “No me queda otro remedio que serlo si quiero ser un buen sionista”, sostiene.

Para Schama, es “indispensable” que haya “dos estados, el israelí y el palestino”, el primero en el territorio que ocupa actualmente, y el segundo en la franja de Gaza, y que compartan como capital Jerusalén.

“La región es igualmente importante para ambos. Deben tener espacio por igual. Hace diez años, cuando Mahmud Abbas -presidente de Palestina- estaba negociando las fronteras se podía haber resuelto el problema de las fronteras. Era un problema salvable, el problema eran los asentamientos y sigue siéndolo”.

En la historia, dice, “el antisemitismo no ha tenido siempre la misma intensidad y ahora es uno de los momentos”, afirma, en los que tiene un nuevo impulso.

El antisemitismo, apunta, es un problema de los no judíos, no de ellos. “Se les culpó de la muerte de Jesucristo y a partir de ahí se ha seguido. La explicación de tanta animadversión sostenida 1900 años es quizá la que está debajo de un asunto como el odio a los negros. Es un trastorno psicopático del resto”, recalca.

La dispersión de los judíos, dice, es una condena pero también una bendición porque les ha permitido tener una experiencia global como ningún otro pueblo: “El más cosmopolita y resistente que existe”.

Cree que este segundo volumen -992 páginas a las que ha dedicado cinco años- no se entiende sin haber leído el primero, “En busca de las palabras” (2015), porque es “muy bueno” y “justamente” la parte que habla de los españoles y España “y su sombra es muy larga”, aunque sea una historia que literariamente se sostiene por sí sola.

El tercer libro, promete, lo hará dentro de unos años pero ahora está con otras cosas como sus columnas de arte para New Yorker, sus documentales para la BBC o sus artículos sobre temas diversos para el Financial Times.

 

 

 

Fuente: cciu.org.uy