Enlace Judío México e Israel.- Nadia Cattán, periodista de Enlace Judío, visitó recientemente Alemania. Dos de  los sitios que exploró llevan grabados en su seno la huella de una gran tragedia para el judaísmo y para el mundo: el Holocausto. Acompañemos a Nadia  en este recorrido.

CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE SACHSENHAUSEN

El campo de concentración de Sachsenhausen fue construido en 1936. El recinto, ideado como campo de concentración “típico e ideal”, trataba de plasmar la imagen del mundo del nacionalsocialismo y someter a los prisioneros al poder de las SS.

Entre 1936 y 1945 más de 200.000 presos “vivieron” en el campo de concentración. Los primeros prisioneros eran adversarios políticos del régimen nacionalsocialista pero, más tarde, éste comenzó a apresar también a algunos grupos que los nazis consideraban inferiores, tanto racial como biológicamente.

Fueron varios miles los que perecieron debido a las enfermedades, los trabajos forzados y el hambre, o bien fueron víctimas de las técnicas de exterminio masivo empleadas por las SS.

El 22 y 23 de abril de 1945, cuando la pesadilla terminó, los soldados liberaron a más de 3.000 enfermos y médicos que aún se encontraban en el campo.

En agosto de 1945, el Campo de Concentración de Sachsenhausen se convirtió en un campo especial soviético. Tres meses después de finalizar la guerra, cuando Europa se vio libre de las garras del nazismo, el Servicio Secreto soviético trasladó su Campo Especial nº 7 a Sachsenhausen.

En el campo se mantenía apresados a los funcionarios de bajo rango del régimen nazi, algunos perseguidos políticos y a una gran cantidad de personas que fueron detenidas arbitrariamente.

El campo especial se convirtió en el más grande de la zona de ocupación soviética, hasta su desmantelamiento en 1950.

Durante los cinco años que el campo se encontró en funcionamiento pasaron por sus instalaciones unos 60.000 prisioneros, de los que más de 12.000 no lograron salir con vida.

Después de los duros acontecimientos ocurridos en el campo a lo largo de los años, en 1961 comenzó su nueva labor como lugar conmemorativo.

En este video, nos adentramos a las instalaciones y se puede sentir un escalofrío al imaginar las impensables barbaridades que ocurrieron en el extenso recinto, y en especial en las celdas de castigo.

 

 

MONUMENTO MEMORIAL DEL HOLOCAUSTO

Edificado en las cercanías de la Puerta de Brandeburgo entre los años 2003 y 2005, el monumento en memoria de los judíos asesinados en Europa pretende enfrentarse a la noción de monumento en sí misma. La traducción literal del nombre alemán es “Monumento memorial a los judíos asesinados en Europa”.

Se trata de una cuadrícula formada por 2.711 bloques de hormigón de diferentes alturas, que permite que los visitantes elijan su camino de entrada y salida.

Desde el sureste del monumento, se puede acceder a un espacio subterráneo en el que se ubica el centro de información.

La visita al centro de información, comienza con un repaso a la política nacionalsocialista de exterminio llevada a cabo entre 1933 y 1945.

En la siguiente parte de la exposición se pueden leer los testimonios de algunas personas, además de la historia de diferentes familias antes, durante y después de la persecución.

Una de las salas más impactantes es la que muestra sus paredes cubiertas con los nombres y años de nacimiento y muerte de las víctimas del Holocausto.

La lectura de los nombres y biografías de la forma en la que se presentan, podría durar más de 6 años.

El Monumento al Holocausto provoca una gran diversidad de opiniones entre sus visitantes. Para algunos, es una experiencia impresionante recorrer los pasillos rodeado por losas más altas cada vez y, para otros, se trata de un lugar frío parecido a un cementerio. Lo que valdría la pena es que cada quien se genere su propia opinión.