Enlace Judío México e Israel – La ministra israelí de Justicia, Ayelet Shaked, dijo en una entrevista a The Atlantic que Israel puede absorber y otorgar la ciudadanía a 100,000 palestinos que viven en Cisjordania.

En otra entrevista con la presentadora israelí Yonit Levi, Shaked expresó su apoyo a la anexión del Área C de Cisjordania bajo control israelí y agregó que la opinión pública sobre el plan cambiará gradualmente. “La gente observará lo que está sucediendo en Oriente Medio y se dará cuenta de que realmente podría suceder”.

Shaked reconoció que la anexión podría poner a Israel en desacuerdo con Estados Unidos, especialmente si los demócratas toman la Casa Blanca en 2020. “Lamentablemente, es imposible ignorar los procesos que tienen lugar en el Partido Demócrata, que es cada vez menos sionista”.

La ministra de Justicia afirmó que el presidente de Habait Hayehudi (su partido) y ministro de Educación, Naftali Bennett, es “el más adecuado para el puesto de primer ministro en la era post-Netanyahu”. Sin embargo, no descartó la idea de asumir el cargo en un “futuro lejano”.

“Los gobiernos que estaban en el poder antes de que Naftali Bennett y yo entráramos en la política, antes de que el partido Habait Hayehudi ganara fuerza, eran gobiernos de derecha que continuaban con las políticas de la izquierda”, dijo.

“No intentaron cambiar el ADN de los diversos sistemas [el sistema de justicia, los medios de comunicación, la academia]”, agregó Shaked. Ella se ha fijado la meta de cambiar la derecha israelí.

“Creo que la derecha, el sionismo religioso y el campo conservador, no pueden quejarse más de estar subrepresentados [en los tribunales]”, dijo Shaked.

En referencia a la Ley del Estado-Nación, que enfrentó una creciente crítica en Israel y en el extranjero, Shaked dijo que “no hay contradicción entre el hecho de que Israel ejerza la igualdad de derechos a todos sus ciudadanos y extienda los derechos nacionales al pueblo judío”.

“Quizás si los términos judío y democrático se hubiesen incluído en la versión final, se hubiera aceptado más fácilmente”, agregó.

Tras la aprobación de la ley, Shaked advirtió de un “terremoto político” si la Corte Suprema de Justicia intenta revocarla. Explicó que no pretendía amenazar a la corte: “Estaba describiendo una situación determinada: la Corte Suprema no lo hará. Si lo hubiese hecho provocaría una guerra entre las autoridades”.

Dorit Beinisch, ex presidenta de la Corte Suprema, atacó a Shaked por los comentarios, diciendo que “la declaración de la ministra va más allá de la tensión normal entre los poderes del gobierno”.

“Es una amenaza contra la corte antes de que emita su veredicto, un acto que constituye un golpe a la independencia judicial. Aquí hay una falta de comprensión de lo qué es una democracia. Debe haber un equilibrio entre los poderes”, apuntó.

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