Enlace Judío México e Israel.- Una pregunta bastante natural para quienes han reflexionado sobre el relato del Diluvio Universal es ¿quién fue la esposa de Noaj?

ETHEL BARYLKA

Leemos acerca de Noaj y sus hijos, Shem, Cam y Yefet (Bereshit 5:32), pero no se nos dice el nombre de la esposa de Noaj ni el de las esposas de sus hijos. Por lo que solo sabemos los nombres de cuatro de las ocho personas que sobrevivieron al Diluvio.

El interés ha sido tal que han surgido muchas especulaciones sobre el nombre de nuestra abuela y se han escrito numerosos libros sobre Noaj y su familia a lo largo de los siglos. Por ello no debe sorprendernos que se hayan dado nombres diferentes a esta mujer. No en vano el folklorista, lingüista y medievalista Francis Lee Utley en 1941 publica en la revista Speculum un artículo titulado: “Los cien nombres de la esposa de Noaj”.

El nombre más común dado a la esposa de Noaj en la tradición judía es Naamá. Así aparece en el Midrash Bereshit Rabá del que data del Siglo V que dice: “Naamá, hija de Lemej y hermana de Tubal Caín, fue la esposa de Noaj”. Ese nombre aparece por primera vez cerca del final de la lista de los descendientes de Caín: “Lemej tuvo dos mujeres. Una de ellas se llamaba Ada, y la otra Zila… Por su parte, Zila dio a luz a Tubal Caín, que fue herrero y forjador de toda clase de herramientas de bronce y de hierro. Tubal Caín tuvo una hermana que se llamaba Naamá. (Bereshit 4: 19–22)

La razón para elegir justamente a Naamá como el nombre de la esposa de Noaj deriva según algunos intérpretes a que la mención de Naamá en el versículo citado debe tener algún significado especial que no se explica en el texto. Puede que haya sido una persona importante, pero la Torá no nos dice nada más que su nombre y los nombres de algunos miembros de su familia inmediata. Ella pudo haber vivido casi al mismo tiempo que Noaj, aunque estaba en la octava generación y Noaj estaba en la décima.

La esposa de Noaj se menciona cinco veces en la historia del Diluvio (Bereshit 6:18, 7: 7, 7:13, 8:16, 8:18) aunque carece de identidad personal. El midrash en Bereshit Rabá 23: 3 llena este vacío: “Y la hermana de Tubal Caín fue Naamá” (Bereshit 4:22). Rabí Aba bar Kahana dijo: Naamá era la esposa de Noaj, ¿y por qué se llamaba Naamá (agradable)? Porque sus obras eran encantadoras. Nuestros rabinos dijeron: Había otra Naamá, y ¿por qué la llamaban Naamá? Porque tocaba melodías en el tambor para acompañar el culto de la idolatría”.

Las dos opiniones en conflicto acerca de la identidad de la esposa de Noaj apuntan a una tradición histórica que no es accesible en una simple lectura del texto. La diferencia de opinión básica en el midrash nos enseña que nuestros rabinos “vieron” a la esposa de Noaj carente de identidad visible, e intentaron de una u otra manera otorgarle identidad.

Es evidente que la esposa de Noaj no es la única mujer cuyo nombre no fue recogido por la Torá, independientemente de la bondad o no de su accionar y que tenemos que recordar que el Midrash no es un texto científico ni histórico y que sus opiniones sirven para invitarnos a pensar y reflexionar sin otras pretensiones que llenar los vacíos del texto y dotarlos de significación.

Su anonimidad puede ser atribuible a su falta de mérito individual, como lo explica Najmánides (Bereshit 6: 9) “Noaj era un hombre perfecto y justo…” y como Noaj era justo y no merecía el castigo, sus hijos y su familia merecían ser salvados por su mérito”.
Aunque se dice solo de Noaj: “Porque te he visto ante mí como un hombre justo en esta generación” (Bereshit 7: 1), ello de ninguna manera niega la posible bondad de su esposa.

Dado que la sociedad humana tal como es descrita en la primera parte del Libro de Génesis se describe únicamente a través de la línea de descendencia masculina y su destino está determinado, para bien o para mal, solo por la conducta de sus hombres, no podemos deducir si su esposa sobrevivió el Diluvio por su mérito o por el de Noaj.

Otros textos como la obra conocida como el Sefer HaYashar, mencionado en Yoshua 10:13 y 2 Shmuel 1:18, también la llama Naamá. Sin embargo, el texto que actualmente llamamos Sefer HaYashar se considera una falsificación y no puede ser tomado en el mismo nivel que las Escrituras.

La obra judía no canónica conocida como el Libro de los Jubileos, Sefer Hayuvalim, (c. Siglo II a. e. c.) cubre muchos de los mismos eventos al tiempo que embellece algunos de los detalles. Jubileos 4:33 declara que “Noaj tomó para sí una esposa, y su nombre era Emzârâ, la hija de Râkê’êl, la hija del hermano de su padre, en el primer año de la quinta semana”. El nombre Emzara (Em Sará) no aparece en las Escrituras, pero algunos estudiosos piensan que fue elegido porque puede significar “madre de Sarai” o ” antecesora de Sarai”, por lo que el nombre pudo haber sido creado para resaltar el vínculo entre Noaj y Abraham.

Un tercer nombre que ha sido asignado a la esposa de Noaj es BatEnosh. El nombre significa literalmente “hija de Enosh” (Enosh era el nieto de Adam a través de Set). Pero es poco probable que haya sido realmente el nombre de la esposa de Lemej o de la esposa de Noaj.

Dado que la Torá tampoco nos dice específicamente sobre su carácter, realmente no sabemos, si fue una fiel seguidora de Dios o cuál era su relación con su marido Noaj. Sin embargo, es difícil imaginar que no apoyó y ayudó fielmente a Noaj en la increíble tarea de construir el Arca y durante la estadía de un año a bordo del arca durante el Diluvio. El midrash Tanjumá en Parashat Jukat, nos dice también que Naamá era muy bella, al grado que los mismos ángeles se vieron atraídos por ella. Y agrega como base el versículo de Bereshit 6:2: “que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”.

Los sabios del Zohar discutieron sus cualidades: “dijo rabí Ytzjak, por qué está escrito que la hermana de Tubal Caín es Naamá, porque era pía y bella en sus acciones. Rabí Abahu, dijo el texto enseña que era sabia en el trabajo del hierro… Rabí Ba dice que fue la madre de demonios, como Asmadai el rey de los demonios. Rabí Ytzjak, en nombre de Rabí Yojanán dijo que se llamó así por su belleza…” Zohar Jadash tomo I, parashat Bereshit, folio 33 b.

La búsqueda del nombre de la pareja de Noaj, llega acompañada por su admiración o su demonización.

Otra Naamá bíblica muy posterior es llamada por algunos de los comentaristas Nejama (Consuelo) por el parecido del nombre y sirve para consolar a la civilización y previamente a los hijos de Noaj después de la embriaguez de su padre.

La omisión de su nombre como el de otros personajes femeninos en la Torá nos obliga no sólo a buscarlo, sino a intentar descifrar su identidad, tarea fatigosa que sólo podemos hacerlo, basándonos en lo que ya hicieron otros, de manera tal de poder llenar el vacío y haciendo las preguntas relevantes al silencio del texto.

Algunas de ellas hemos intentado traer en esta breve nota, poniendo foco sobre esta figura que trabajó, sufrió, gozó, y vivió junto con las esposas de sus hijos durante la nada sencilla estadía en el Arca, experiencia que sin duda fue determinante no sólo para Noaj y sus hijos sino también para sus parejas.

 

 

 

 

Fuente:mujeryjudaismo.com