Enlace Judío México e Israel – Un informe del Instituto de Política del Pueblo Judío revela que el 13 por ciento de los judíos israelíes, unas 800,000 personas, se identifican con los Movimientos Reformistas y Conservadores, aunque sólo una pequeña minoría, unos 12,000 ciudadanos, son miembros de una sinagoga progresista.

JEREMY SHARON

El informe, escrito por Dan Feferman, utiliza datos de una encuesta realizada por el IPPJ con sede en Jerusalén y el profesor Camil Fuchs, que incluye 3.000 judíos israelíes para un próximo informe sobre el judaísmo en Israel.

El informe publicado este lunes muestra que un sector significativo de la población secular y tradicionalista de Israel ha cambiado su identidad cultural de la ortodoxia al judaísmo progresista, aunque no frecuente las sinagogas de los movimientos no ortodoxos, dijo Shmuel Rosner, miembro del IPPJ.

Otros estudios recientes reflejan una identificación del 5 al 12 por ciento con el judaísmo progresista. Es decir, unos 585,000 israelíes se identifican con las corrientes reformistas y conservadoras.

Según el estudio, hay 125 comunidades conservadoras y reformistas en Israel, aunque sólo 56 tienen sinagogas y centros comunitarios permanentes. 78 centros son conservadores, y 47 son reformistas, en comparación con más de 15,000 sinagogas ortodoxas a partir de 2014, y aproximadamente 200 que se construyen cada año.

Veinticinco rabinos conservadores trabajan tiempo completo en comunidades de todo Israel y un total de 170 rabinos conservadores son miembros de la Asamblea Rabínica del Judaísmo Conservador. El Movimiento Reformista tiene 60 rabinos que trabajan activamente en comunidades o marcos educativos y un total de 110 rabinos ordenados, miembros del Consejo Rabínico Reformista.

El judaísmo progresista ha atraído un gran interés del público judío en los eventos del ciclo de la vida, tales como Bar y Bat Mitzvás, bodas, circuncisiones y funerales.

Ambos movimientos llevan a cabo 3,200 ceremonias de Bar o Bat Mitzvá cada año y 1,050 bodas, aunque no están reconocidas por el Estado ni por el Gran Rabinato.

Además, realizan un promedio de 410 conversiones y 900 funerales por año.

“La mayoría de los israelíes seculares no son realmente laicos ni están alejados del judaísmo. Observan los días festivos y los eventos del ciclo de la vida”, escribe Feferman.

“Esto se vincula con un cambio general hacia las sociedades post-materialistas en occidente, que ha inspirado un nuevo interés en la espiritualidad, la práctica religiosa, la cultura y la tradición”.

Sin embargo, la ortodoxia y especialmente el Gran Rabinato han desestimado a muchos israelíes seculares y un número significativo de ellos ha buscado alternativas en el marco del judaísmo progresista.

“Esto significa que las prácticas del judaísmo reformista y conservador son vistas como auténticas y preferibles por israelíes seculares y tradicionalistas, quienes se involucran con dicha práctica judía principalmente en eventos del ciclo de la vida y días festivos”, escribe el autor.

Los datos demuestran que muchos israelíes que no son activamente ortodoxos y previamente se identificaban como ortodoxos no practicantes, ahora son conservadores y reformistas no practicantes, dice Rosner.

“Muchos israelíes seculares ya no se sienten cómodos con el judaísmo ortodoxo, pero buscan identificarse con alguna forma de judaísmo debido a sus inclinaciones tradicionalistas”, explica.

“Se trata de una identidad cultural. Esto significa que la hostilidad hacia el judaísmo ortodoxo está creciendo entre los sectores seculares y tradicionales.

“Esto no implica que mañana Israel tendrá muchos judíos reformistas como suele ocurrir en Estados Unidos, pero la ortodoxia está perdiendo su control sobre los israelíes seculares y tradicionalistas, y muchos ya no quieren ser identificados como ortodoxos”.

Rosner dijo que será cada vez más difícil para la ortodoxia preservar su monopolio sobre el judaísmo en Israel a medida que aumenta la población que no se identifica con esa corriente, y que es probable que más israelíes no practicantes recurran a los movimientos conservadores y reformistas para celebrar eventos del ciclo de la vida judía.

“No frecuentarán la sinagoga periódicamente, pero para bodas, entierros, fiestas y una identificación con la cultura judía, elegirán el judaísmo no ortodoxo”.

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico