Enlace Judío México e Israel.- A pesar de las medidas del Congreso para empujarlo fuera del sector bancario formal en Líbano, Hezbolá ha seguido prosperando a través de canales financieros ilícitos y ha recibido financiación a través de su patrón, Irán. Para contrarrestar esto, el Congreso aprobó por unanimidad el Acta de Enmiendas a la Prevención de la Financiación Internacional de Hezbolá, la cual ahora irá al escritorio del presidente.

El proyecto requeriría que se impongan sanciones obligatorias sobre las actividades de reclutamiento y recaudación de Hezbolá. El proyecto de ley específica que cualquier persona o entidad que proporcione apoyo a organizaciones controladas por Hezbolá será sometida a sanciones. Tales organizaciones incluyen a Bayt al-Mal (un banco, acreedor, y brazo de inversión para Hezbolá), Yihad al-Bina (una fundación de bienes raíces dirigida por Hezbolá), la Asociación de Apoyo a la Resistencia Islámica (una organización de caridad usada para recaudar fondos para las actividades militares de Hezbolá), el Departamento de Relaciones Exteriores de Hezbolá (una agencia coordinando con estados extranjeros para apoyar al grupo terrorista), la Organización de Seguridad Externa de Hezbolá (grupo de inteligencia externa y planificación para actividades terroristas de Hezbolá), o cualquier sucesor de estas organizaciones.

La legislación también se basa en iniciativas aprobadas previamente tomando como blanco el imperio de medios de Hezbolá--incluidos la televisión Al-Manar, Radio al-Naur, y el Grupo de Medios Libaneses–para sanciones obligatorias, junto con cualquier persona que interactúe con estas entidades.

Lo más importante es que esta nueva legislación permitiría al presidente imponer sanciones sobre Hezbolá como una organización criminal transnacional. Este es un reconocimiento importante de la larga historia de la organización de utilizar a los cárteles y pandillas de drogas para lavar dinero y recaudar fondos para sus actividades malignas. Esta relación con los mercados globales de drogas ha facilitado recaudar fondos y reclutar miembros a lo largo de Europa, Asia y América del Sur.

Para contrarrestar esta actividad, el nuevo proyecto de ley pide sanciones contra las redes de facilitación, lo que permitiría a las agencias de aplicación de la ley tomar como blanco al grupo incluso en países donde Hezbolá no está designado como grupo terrorista. Y cuando el Reino Unido ahora considera proscribirlo como grupo terrorista, esta legislación podría realzar los esfuerzos por recortar las actividades terroristas del grupo en Europa.

Por último, el proyecto de ley agregaría sanciones adicionales sobre Irán y sus aliados. De hecho, la legislación ordena sanciones contra cualquier gobierno extranjero que apoye a Hezbolá, incluidas agencias o instrumentos de ese estado. También podría imponer sanciones sobre los gobiernos de Siria y Líbano, que son conocidos por facilitar y coordinar con Hezbolá.

Esta iniciativa del Congreso se alinea con la política de la administración Trump de contener la agresión regional de Irán, lo que incluye a sus satélites terroristas. La presión de nuevas sanciones puede ayudar a contener al activo más letal de Irán en Líbano pero que también tiene tentáculos en Siria, Yemen y más allá.

 

 

 

 

Fuente: Informe Político del CSIF
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.