Enlace Judío México e Israel.- Por quinto año consecutivo el Colegio Hebreo Tarbut conmemoró el asesinato del Primer Ministro del Estado de Israel, Yitzhak Rabin Z”L, siendo el 17 de octubre la fecha elegida para llevar a cabo el homenaje bajo el lema “El diferente soy yo”, donde se enfatizaron las diferencias que hay en los seres humanos y la tolerancia que debemos de tener ante actos o situaciones con los que no estamos de acuerdo.

Moisés Romano, Presidente del Patronato del Colegio Hebreo Tarbut dijo que se ha aprendido mucho sobre el legado de Rabin como uno de los líderes más importantes del Estado de Israel y del pueblo judío de los últimos tiempos.

“Un hombre que en su momento supo hacer la guerra. Que también aprendió que el acercamiento, el diálogo y la tolerancia representaron un marco para alcanzar la paz”, subrayó.

Por su parte, la Directora del Colegio Hebreo Tarbut, Hani Weizman, señaló que “el asesinato del primer ministro israelí a manos de un judío, nos compromete a cuestionarnos y entender que el autocontrol, la preservación de una cultura de diálogo y la aceptación de la responsabilidad de nuestras palabras y acciones, son indispensables para nuestra existencia”.

“Este año con el apoyo del Museo de Memoria y Tolerancia tenemos el privilegio de vivir una experiencia adicional: el Túnel de Memoria y Tolerancia. Algunos de los alumnos de quinto y sexto de bachillerato recibieron una capacitación en el museo y durante las últimas dos semanas por un recorrido de un mal inimaginable. Esta exposición, corta pero muy significativa, nos recordó el valor más importante del judaísmo “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” aunque sea diferente a ti. Este valor nos ha protegido y unido desde entonces y hasta ahora”, subrayó.

En su intervención, el embajador de Israel en México, Jonathan Peled, agradeció el compromiso del Colegio Tarbut al conmemorar a Yitzhak Rabin y señaló que todavía hay varias lecciones por aprender.

“Una de ellas es no olvidar a dónde nos puede llevar el odio y la incitación, debemos de entender que es muy importante aceptar al otro y predicar por la tolerancia. La otra idea es, citando a mi mentor, Shimon Peres, que fue compañero de Rabin en la lucha por la paz, “se puede matar a un hombre, pero no se puede matar una idea”. Y la idea de la paz sigue siendo para nosotros un anhelo, un objetivo y una política de Estado, aseguró.