Enlace Judío México e Israel – El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, realizó una visita secreta a Omán este viernes, la primera de un líder israelí en más de dos décadas al país peninsular.

El viernes por la tarde, su oficina sorprendentemente anunció que Netanyahu y su esposa Sara acababan de regresar de una “visita oficial” a Mascate, durante la cual se reunieron con el sultán Qaboos bin Said al Said.

“La visita de Netanyahu es un paso significativo en la implementación de la política delineada por el primer ministro Netanyahu para fortalecer los lazos con los países de la región, al tiempo que aprovecha las ventajas de Israel en materia de seguridad, tecnología y economía”, dice la declaración.

Los Netanyahu, cuya comitiva también incluyó al jefe del Mossad, fueron invitados a Omán por el sultán, que ha estado gobernando el país del Golfo desde 1970, “después de largas negociaciones”, dijo la Oficina del Primer Ministro.

La última visita de un líder israelí a Omán fue en 1996.

Una declaración conjunta emitida por Jerusalén y Mascate dijo que los dos líderes discutieron “formas de avanzar en el proceso de paz del Medio Oriente” y varios “temas de interés mutuo para la paz y la estabilidad en el Medio Oriente”.

De acuerdo a un funcionario del gobierno israelí consultado por el noticiero de la cadena Kan, “las relaciones entre Israel y Omán se volverán abiertas desde ahora”.

Como Netanyahu, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, también realizó una visita de 3 días a Mascate el pasado domingo, en la que también sostuvo una reunión con el sultán y abordaron cuestiones sobre las relaciones palestinas con Omán y el tema del conflicto con Israel.

La visita de Netanyahu es un paso significativo en la implementación de su política delineada para fortalecer los lazos con los países árabes de la región teniendo como objetivo en común la hostilidad de Irán, al tiempo que aprovecha las ventajas de Israel en materia de seguridad, tecnología y economía.

En 1994, el entonces primer ministro Yitzhak Rabin visitó Omán, donde fue recibido por el sultán Qaboos bin Said Al Said. En 1995, unos días después del asesinato de Rabin, el primer ministro en funciones, Shimon Peres, recibió al ministro de Relaciones Exteriores de Omán, Yusuf Ibn Alawi, en Jerusalén.

En enero de 1996, Israel y Omán, que siempre ha sido el mejor amigo de Jerusalén en el Consejo de Cooperación del Golfo, firmaron un acuerdo sobre la apertura recíproca de las oficinas de representación comercial. “Omán cree que el paso actual conducirá a un progreso continuo en el proceso de paz y a una mayor estabilidad en la región”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en ese momento, y agregó que la función principal de la oficina sería “desarrollar relaciones económicas y comerciales recíprocas con Omán, así como la cooperación en las esferas del agua, la agricultura, la medicina y las comunicaciones”.

Cuatro meses después, Peres visitó Omán para abrir oficialmente las “Oficinas de Representación de Comercio de Israel” allí.

Dirigida por un pequeño equipo de tres diplomáticos israelíes, la oficina en Mascate funcionó “básicamente como una embajada regular, sólo que sin la bandera israelí”, de acuerdo a un funcionario que fue parte de esta sede.

Los vínculos abiertos con Omán no duraron ni siquiera media década. En octubre de 2000, a raíz de la Segunda Intifada palestina en Israel, los gobernantes de Omán sintieron que la opinión pública se volvía contra el Estado judío, suspendió las relaciones y cerró la misión.

El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí lamentó la decisión, enfatizando que el cese del contacto y el diálogo no hacía nada para promover el proceso de paz entre israelíes y palestinos. “En días de crisis, es especialmente importante que las líneas de comunicación entre los países se mantengan abiertas”, declaró el Ministerio.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico