Enlace Judío México e Israel.- Desde que el Presidente Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel a finales del 2017, la Autoridad Palestina ha aumentado sus actividades ilegales en la parte oriental de la ciudad en contravención de los Acuerdos de Oslo.

YONI BEN MENACHEM

Durante octubre del 2018, la venta de la casa de la familia Joudeh en el barrio Saadiya en la Ciudad Vieja de Jerusalén a judíos causó una tormenta entre los residentes de los territorios. Los detalles de la venta fueron descubiertos por miembros de la familia después que ellos vendieron su casa de tres pisos a un empresario palestino, Khaled al-Atari. La familia se sorprendió al descubrir que poco tiempo después de la venta a cambio de u$s17 millones, al-Atari transfirió la posesión de la propiedad en el registro de tierras a un grupo de judíos que se mudó de inmediato a la casa.

Luego se supo que la Autoridad Palestina había impedido previamente que la casa fuera vendida a uno de los partidarios de Mohammed Dahlan, llamado Fadi al-Salamin, que reside en Estados Unidos. [Dahlan es odiado por el presidente de la AP, Mahmoud Abbas.] Fuentes palestinas afirman que Khaled al-Atari es un partidario de Abbas y del Gen. Majid Faraj y que la transacción se hizo con la autorización de ellos. Al-Atari fue convocado para un violento interrogatorio por parte de agentes de Fatah en Jerusalén Oriental, y desde entonces ha pasado a esconderse temiendo por su vida.

Este episodio asestó un duro golpe al estatus de la Autoridad Palestina. Muchos residentes de los territorios perciben que es corrupta y piensan que sus líderes hacen tratos con Israel a través de empresas ficticias a fin de adquirir bienes raíces en la Ciudad Vieja, cerca del Monte del Templo, como parte del intento de Israel por obtener control de la Mezquita al-Aqsa.

A raíz de este incidente, la administración palestina, liderada por Rami Hamdallah, decidió el 10 de octubre del 2018, establecer una comisión de investigación para examinar la venta de la casa de la familia Joudeh.

El 13 de octubre del 2018, el Jeque Akhram a-Sabri, predicador de la Mezquita al-Aqsa, emitió una fatua (fallo en la ley islámica) declarando que cualquiera que venda propiedad en la Ciudad Vieja de Jerusalén a judíos ya no pertenece más a la religión islámica.

“No aceptaremos su arrepentimiento, y no será enterrado en un cementerio musulmán,” declaró Sabri.

Una escalada de acciones contra los que venden tierra y propiedad a los judíos

Altos funcionarios en Fatah dicen que como resultado del incidente, el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, ha instruido a los servicios de seguridad palestinos a tratar más severamente a los vendedores de tierra y propiedad a los judíos en un esfuerzo por distanciarse del escándalo de la venta de la casa de la familia Joudeh en la Ciudad Vieja, al cual su nombre ha sido vinculado.

Esta tarea ha sido dada a su asociado, el Gen. Majid Faraj, quien dio instrucciones a sus hombres en Jerusalén oriental.

El 20 de octubre del 2018, la policía de Jerusalén y la Agencia de Seguridad de Israel (ASI) arrestaron a Adnan Gheith, el gobernador para Jerusalén de la AP, y a Jihad al-Faqih, director de la oficina de inteligencia de la AP en Jerusalén oriental, ambos partidarios del Gen. Majid Faraj. Ellos fueron arrestados bajo sospechas de secuestrar a un residente de Beit Hanina (cuyo nombre es conocido para el autor), un conocido agente de bienes raíces que comercia con tierra y propiedad, de quien ellos sospechan vendió una propiedad en el área de la Puerta de Herodes en la Ciudad Vieja.

El agente de bienes raíces es un ciudadano israelí que tiene un pasaporte estadounidense.

Según fuentes palestinas, él está encarcelado en la celda de interrogatorios del Servicio General de Inteligencia de la AP en Ramala.

Su familia ha enviado una denuncia respecto de su arresto al Consulado de Estados Unidos en Jerusalén, pero según fuentes en Fatah, el Presidente Abbas de la AP no tiene ningún respeto por la administración Trump como resultado del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente. Abbas ha ordenado que el agente inmobiliario no debe ser liberado del arresto.

Fuentes de Fatah afirman que el agente de bienes raíces palestino se entregó a la oficina del servicio de inteligencia en A-Ram en el norte de Jerusalén. Tanto el gobernador de la AP para Jerusalén, Adnan Gheith, como el director de la oficina de los servicios de inteligencia, Jihad al-Faqih, niegan que el secuestro tuvo lugar. Sin embargo, altas fuentes en Fatah han confirmado la historia. Mahmoud Abbas quiere crear una política de disuasión contra los vendedores de tierra y propiedad a judíos en la Ciudad Vieja, y él está buscando un chivo expiatorio al que todos puedan ver y temer.

Violación seria de los Acuerdos de Oslo

Según los Acuerdos de Oslo, las fuerzas de seguridad palestinas no tienen permitido operar en Jerusalén oriental. Pero, la Autoridad Palestina ha estado violando abiertamente los acuerdos.

En consecuencia, las fuerzas de seguridad de la AP han estado jugando un juego de gato y ratón con la policía de Israel y la ASI.

Residentes de Jerusalén oriental relatan que durante el 2018, después que el Presidente Trump reconociera oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel, las fuerzas de seguridad de la AP aumentaron sus operaciones en el área. Ellas están amenazando a diario a los residentes y los convocan para interrogatorios en las oficinas del gobernador del distrito Jerusalén en la municipalidad en A-Ram en la parte norte de la ciudad.

Oficiales de seguridad están también dando dinero a comerciantes y activistas de Fatah para fortalecer la posición de Abbas en Jerusalén oriental.

Pero la abducción de un ciudadano israelí con ciudadanía estadounidense es extremadamente seria. En virtud de los acuerdos de Oslo, la Autoridad Palestina está obligada a liberarlo de inmediato.

Este tipo de incidente no ha ocurrido por muchos años en Jerusalén oriental.

Dieciocho años antes, en el 2000, Yasser Arafat ordenó a Jibril Rajoub, entonces jefe de los servicios de seguridad, secuestrar al comerciante Abd al-Salam Hirbawi de Jerusalén oriental. Hirbawi se rehusó a obedecer la orden de Arafat de transferir un pedazo de tierra que él poseía en la Ciudad Vieja de Jerusalén a la iglesia copta. Hirbawi, quien era un ciudadano israelí, fue llevado por la fuerza a Ramala, pero Israel no permitió que esto pasara inadvertido.

El entonces comandante de la división Judea y Samaria, Gen. Gabi Ofir, impuso un cerrojo sobre Ramala y ordenó que fuera rodeada por tanques para impedir que los hombres de Rajoub transfirieran a Hirbawi a Nablus (Shejem).

La presión israelí funcionó, e Hirbawi fue liberado poco después del arresto.

Es hora que Israel asuma una posición fuerte contra los servicios de seguridad palestinos, quienes están violando los acuerdos de Oslo en Jerusalén oriental para fortalecer la posición de Abbas y atacar la política israelí.

Mahmoud Abbas está tratando de intimidar y disuadir a los residentes de la parte oriental de la ciudad para que no vendan tierra y propiedad a los residentes israelíes y a organizaciones sin fines de lucro para debilitar el control israelí sobre Jerusalén oriental. Israel tiene muchas formas de actuar contra agentes de Abbas en Jerusalén oriental, tales como emitir órdenes administrativas o removerlos de la ciudad de una forma legal.

La batalla por Jerusalén está en marcha, y ha llegado la hora de asumir una posición firme.

 

 

 

 

 

Fuente: The Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.