Enlace Judío México e Israel.- En el otoño de 2015, los israelíes se regocijaron con la humillación pública del presidente de la Lista Árabe Conjunta, Ayman Odeh, por parte del alcalde de Nazaret, Ali Salam. El incidente ocurrió después de varias semanas durante las cuales los políticos árabes llevaron a los manifestantes (que se volvieron alborotadores) a la ciudad árabe más grande de Israel, como parte de la intifada emergente.

DAVID ISRAEL

El presidente Odeh estaba en vivo en el programa de noticias del Canal 2, hablando con la gente en el estudio desde una esquina en Nazaret, cuando el alcalde Salam detuvo su auto y comenzó a regañar al importante miembro de la Knesset, diciéndole que sus manifestantes y disturbios están destruyendo la economía de la ciudad, ya que ni un solo cliente judío había comprado allí durante varios sábados consecutivos.

Vete, vete a casa“, le gritó el alcalde a Odeh, en la televisión en vivo. “Ve a buscar cosas que hacer en otro lugar, nos has arruinado la ciudad. Vete, vete. Soy el alcalde, ¿qué nos estás haciendo?”

El político obviamente quería enterrarse debajo de la acera de cemento allí mismo, y el video se volvió viral, obviamente demostrando que los árabes israelíes preferirían vivir en paz y prosperidad en lugar de manifestarse por los “palestinos”.

Odeh y sus aliados, sobre todo la muy vociferante diputada Hanin Zoabi, no lo olvidaron, y ambos grabaron videos de apoyo para el rival de Salem en las elecciones municipales del martes pasado, Walid al-Afifi. Una coalición de pared a pared de todos los partidos políticos árabes y grupos escindidos se unieron en Nazaret para deshacerse del alcalde “traidor“.

Al final, Salam ganó con una victoria aplastante: 65% contra 35% para al-Afifi, dejando a sus enemigos conmocionados.

Salam ya ha sorprendido a la política árabe israelí cuando ganó la elección de alcalde por primera vez en 2013, robando el liderazgo de la ciudad árabe más grande de Israel a la izquierda radical Hadash, que la había mantenido durante décadas y la había convertido en la capital política del público árabe israelí.

Salam también ha enfurecido regularmente a los políticos árabes, que se pronunciaban abierta y regularmente contra los legisladores árabes que “piensan que su trabajo es gritar y provocar disturbios“.

Fuente: Jewish Press / Traducción: Silvia Schnessel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico