Enlace Judío México.- Al pensar en el siglo XIX me vienen a la mente el avance, la innovación, la tecnología, la revolución social y un sin fin de pensamientos similares, pero también pienso en las oportunidades que surgieron para los judíos, sobre todo de Europa Occidental.

GINA HALABE

Son dos movimientos los que abren las puertas a esta oportunidad de una nueva vida, de una integración y de una nueva percepción.
La Emancipación y la Hascalá son las bases de un nuevo modelo de vida, modelo del que tomamos ejemplo en la actualidad. Los judíos serían invitados por Napoleón a gozar de los mismos derechos, pero también de las obligaciones que dicta la soberanía francesa, los judíos de Francia se integran a la sociedad y después de tanto tiempo y tantas diferencias serían uno más en la sociedad. Esta oportunidad va a ser aprovechada por los judíos y van a destacar dentro de la sociedad, pero esto podría poner en riesgo los valores de la identidad judía. Era la primera vez en la historia (además del caso de Polonia Lituania) en la que un líder tan grande le otorgaba este carácter de igualdad a los judíos, pero fue el inicio de un movimiento que se extendería, aunque a menor escala en varios países de Europa Occidental y que inspiraría a los judíos a aspirar por lo mismo, el ejemplo más claro es la Hascalá en Alemania.

La Hascalá fue el movimiento creado por los mismos judíos en los que buscan un diálogo con los gobiernos alemanes para poder gozar de los mismos derechos que sus ciudadanos y vivir su judaísmo de manera más “privada” de este modo su estilo de vida estaría integrado por dos ideologías distintas pero que para ellos se complementan. Desafortunadamente este movimiento no se concretó como se esperaba pero la comunidad judía alemana nunca dejó de luchar por lograrlo.

Ningún obstáculo ideológico frenaba a los judíos de la Europa Occidental, su nuevo modelo de vida se ajustaba a sus deseos y a sus necesidades y a diferencia de los judíos de Europa Oriental su integración a la sociedad se objetivo de manera más acelerada, o podríamos decir simplemente que se objetivo.

Los judíos de Europa Oriental vivían en condiciones totalmente diferentes, no solamente por el ánimo de conservar a toda costa todos los valores de su identidad judía, si no porque también las condiciones de los países de este lado europeo eran totalmente diferentes.

Para el judío oriental que sabía hablar el idioma local ya era un indicio de que se estaba “asimilando” su idioma oficial, el ídisch no lo dejaban por nada.

La imagen del típico judío en Europa Occidental era la imagen natural del judío de Europa Oriental, para ellos no había otra, pero es de esta imagen de la que se avergonzaban los judíos de Europa Occidental, es una imagen de la que les tomó años desprenderse y no querían volver a ser asociados a ella, por fin vivían la vida de sus añoranzas y no pensaban tirar todo el esfuerzo y lo logrado por la borda.
Pero cómo lograrían evitar la migración judía rusa o polaca a países como Francia, Alemania o Austria, dándoles un lugar en el que se sintieran seguros, en el que pudieran llevar la vida que desean siendo libres, dándoles un proyecto de una nación.

La Hascalá llegó muy tarde a algunas ciudades de Europa Oriental, a otras no tuvo oportunidad de hacerlo, pues se avecinaban movimientos mucho más fuertes e influyentes, movimientos que involucraban a toda una nación y no solamente a una comunidad minoritaria.
Las diferencias y el rechazó que percibían los judíos de países como Polonia y Rusia por parte de los judíos de Europa Occidental fueron manifestadas también por la sociedad no judía durante la Segunda Guerra Mundial, los nacionalsocialistas llegaron a tratar mucho peor, que es poco decir, a los judíos de estos países que a los judíos por ejemplo de Francia. Los países de alta sociedad no sufrieron de la misma manera la guerra, no vieron los campos, los trenes eran diferentes, pero los judíos polacos y los judíos rusos morían por su judaísmo, los judíos franceses y los judíos alemanes, los judíos austriacos y los judíos italianos morían por su judaísmo, lo que en un momento se pensaba como diferencia fue el elemento en común que los condenó a un fin trágico, fue el elemento que los llevó a encontrar una desconocida fuerza interna pero fue de muchos otros el elemento que se perdió años antes quitándoles fuerzas para luchar.
Lo que me lleva a reflexiones que antes no me habían cruzado los pensamientos, preguntas cuya respuesta puede que nunca conozca pero que me lleva a valorar la vida que llevo hoy en día.