(JTA) — El presidente Donald Trump dijo que rechaza el supremacismo blanco y el antisemitismo, pero no dijo cómo iba a contrarrestar los fenómenos y rechazó airadamente las afirmaciones de que su retórica aliente la división.

Los reporteros se abalanzaron sobre Trump con preguntas acerca de una variedad de temas en una rueda de prensa este miércoles después de que el Partido Republicano de Trump perdiera ayer el control de la Cámara de Representantes de EE.UU. pero que logró ganancias en el Senado.

Varios periodistas le preguntaron a Trump sobre los peligros del extremismo de derecha, especialmente a la luz de la masacre del mes pasado en Pittsburgh, cuando un hombre armado mató a 11 judíos en un complejo de sinagogas en el peor ataque contra judíos en la historia de EE.UU.

“Es muy triste, odio verlo”, dijo sobre el antisemitismo antes de señalar los elogios del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por trasladar la embajada de EE.UU. hacia Jerusalén.

“Muchos presidentes han dicho que construirían la embajada en Jerusalén, nunca sucedió, pero sucedió conmigo”, dijo.

Presionado por un reportero sobre la división y el antisemitismo en EE.UU., Trump dijo que el éxito continuo de la economía estadounidense ayudaría, y argumentó que estaba cerrando la brecha comercial con China.

Otro reportero preguntó si Trump restablecería los fondos para monitorear a la extrema derecha que fueron recortados por su Departamento de Seguridad Nacional.

“Creo que todo odio es un problema, creo que es un problema y es un problema que vamos a resolver”, dijo.

Presionado para obtener detalles, Trump dijo: “Es un problema que no me gusta ni un poco”.

El asesino en Pittsburgh criticó a Trump por ser demasiado cercano a los judíos, pero abrazó la terrible advertencia del presidente de que un convoy de migrantes que atraviesan México estaba destinado a “invadir” EE.UU. Inmediatamente antes del tiroteo, el tirador criticó a HIAS, la agencia judía que aboga por los inmigrantes. La víspera de los asesinatos, un fanático de Trump fue arrestado bajo sospecha de que envió al menos 15 bombas caseras a liberales, demócratas y CNN, todos los cuales han sido objetivos específicos de ataques verbales y en redes sociales de Trump.

En los últimos días de la campaña de las intermedias, Trump aprobó un anuncio que vinculaba a un hombre hispano condenado por asesinar a dos policías estadounidenses con las políticas de inmigración demócratas. CNN se negó a emitir el anuncio, diciendo que era racista, mientras que NBC retiró el anuncio para un uso futuro después de emitirlo durante un partido de fútbol. Fox News también dijo que no emitiría el anuncio.

En agosto, Trump publicó en Twitter que le había pedido al secretario de Estado Mike Pompeo que estudiara el “asesinato a gran escala” de granjeros blancos en Sudáfrica, atribuyéndolo a una emisión del presentador de Fox News, Tucker Carlson, por alertarlo sobre el tema. Los supremacistas blancos han repetido durante mucho tiempo una desacreditada teoría del “genocidio blanco” en Sudáfrica.

Trump atacó verbalmente a los reporteros que le preguntaron si su retórica alentaba a los nacionalistas blancos. Un periodista afroamericano de PBS, Yamiche Alcindor, le preguntó si su reciente aceptación del “nacionalismo” era una señal para los supremacistas blancos.

“Esa es una pregunta muy racista”, respondió el presidente. “Lo que me acabas de decir es muy insultante para mí”.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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