Enlace Judío México e Israel – La escultura representa a la ministra de Cultura y Deportes Miri Regev con un vestido blanco, parada frente a un gran espejo junto a un cartel que dice “En el corazón de la nación”.

ITAY BLUMENTHAL

Itay Zelit, el autor de la obra, creó también la escultura dorada del primer ministro Benjamín Netanyahu, que fue colocada en la Plaza Rabin de Tel Aviv en 2016 y retirada varias horas después.

“No todos entendieron el mensaje que estaba tratando de transmitir a fondo de mi creación. No sé quién la derribó, pero actué en nombre del arte y no planeé que terminaría así “, dijo Zelit en ese momento.

En referencia a la escultura de Regev, el artista explicó que “si uno lo puede hacer, uno lo hace. Dejo que la gente piense sobre el significado de mi trabajo. Algunas personas se enojan, otras se identifican con ella. Mi obra se muestra en un área pública y todos tienen derecho a opinar “.

Cuando se le preguntó si la escultura es una protesta contra el proyecto de la Ley de Lealtad en la Cultura que la ministra está promoviendo en la Knéset, Zelit respondió: “La escultura se parece a Miri Regev, y también se parece a Blancanieves. El espejo frente a ella refleja la realidad y no miente”.

“Cada uno puede verlo como quiere. El espacio público es nuestro lugar para crear”, agregó.

La escultura de la ministra de Cultura y Deportes, Miri Regev frente a un espejo en Tel Aviv. Foto: Motti Kimchi

El proyecto de ley de Lealtad en la Cultura busca cambiar la manera en que el Ministerio de Cultura y Deportes apoya a las instituciones culturales y negar la financiación del Estado a quienes atacan o deshonran la bandera o los símbolos del país, incitan al racismo, a la violencia o al terrorismo; marcan el Día de la Independencia como un día de luto o niegan la existencia de Israel como un Estado judío y democrático.

Regev tuiteó en respuesta: “Gracias, Itay Zelit, por colocar un espejo ‘en el corazón de la nación’ en la Plaza Habima. Durante los últimos tres años, actué para poner un espejo ante la cultura israelí; un espejo que expone la exclusión de muchos sectores y el “patrocinio” de quienes se consideran a sí mismos como “el corazón de la nación”.

“La nación es mi espejo. Ante mi veo los principios de la justicia cultural, y como dice el viejo dicho: ‘Espejo, espejo en la pared, ¿cuáles son las peores injusticias de todas?'”

El municipio de Tel Aviv dijo que “apoya la libertad de expresión y de arte. Sin embargo, cumple con la ley, y ya que la escultura fue colocada sin permiso, se emitió un aviso para que sea retirada de inmediato, como se hace con cualquier objeto colocado en espacios públicos sin autorización”.

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